martes, 13 de septiembre de 2016

Blackjack



Las puertas del ascensor se cerraron con un suspiro melancólico. Víctor pulsó el botón que lo llevaría a la sala privada de blackjack, y en su particular bajada a los infiernos soñó de nuevo con una vida alejada de las mesas de juego y del guiño seductor de las tragaperras –«Ludópata», alegó su entonces esposa durante el proceso de divorcio–, pero nunca tuvo la fuerza suficiente para resistir la tentación y ahora, tras los terribles acontecimientos de los últimos días, ya no tenía sentido intentarlo.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Canción de amor para un mafioso



Nota: Los personajes, hechos y anécdotas que aparecen en este relato son todos invención del autor. Sólo la retirada de la candidatura de Nino Rota a la mejor banda sonora se ajusta a la realidad. 

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Don Viterbo. Ha surgido un problema con la película.
El Don posó con tranquilidad la mirada en la figura de Martino Conciatore, su fiel consigliere; después de treinta años a la cabeza de la famiglia, Angelo Viterbo sabía que todo negocio podía cerrarse satisfactoriamente con dinero... o con métodos más expeditivos. Dejó junto al azahar la regadera con la que se había paseado por el inmenso jardín de la mansión, que él mismo se encargaba de cuidar, e indicó a su consigliere con un gesto pausado una de las sillas a resguardo del sol, sentándose en la frontera tras llenar dos vasos con limonada fresca. Pero Martino estaba demasiado excitado como para sentarse y, vaciando de un trago su vaso, pasó a comentar al Don la mala noticia.