jueves, 25 de septiembre de 2014

Una moneda para Caronte

Sólo hay que saber leer entre líneas las verdades contenidas en los viejos textos para dar con el barquero… Y tener la voluntad y el coraje de querer llegar hasta él.

martes, 9 de septiembre de 2014

Un cuento antes de dormir

Flor Rodríguez de Almansa



Dedicado a quien pudo ser…

El Cuentacuentos recorría la Calle del Ángel todos los días pasados cinco minutos de las nueve de la noche. Montaba una flamante bicicleta color rubí con radios de plata, y con breves toques de timbre acompañaba sus cantos, que tomaban la forma de pajaritas de papel dorado. Los pequeños seguían el avance de la estela rojiza, sólo visible para sus ojos inocentes, con las naricillas pegadas al cristal de las ventanas, sintiendo cómo las pajaritas doradas se derretían sobre sus cabellos limpios y perfumados en forma de bellas historias de dragones y princesas que invitaban al sueño. Y cuando éste finalmente venciera, el primer suspiro que el niño dormido exhalara llegaría al Cuentacuentos en forma de botón, del tamaño, color y material más diverso, que éste guardaría con cariño en las alforjas de piel que llevaba su espalda.