domingo, 24 de mayo de 2020

La última lección


Nota: Imágenes sacadas de red Internet

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España - 1936

–Buenas noches. ¿Es usted el conserje?
–Venancio Gallo, para servirles.
–Vive aquí don Fernando García. ¿Verdad?
–Esto…
–¿¡Vive aquí don Fernando García!?
–Sí, pero…
–¡Pues vaya a buscarlo inmediatamente!
–Ahora mismo, caballeros. Con su permiso...
–No hace falta, Venancio. Aquí estoy.
»Buenas noches. Yo soy Fernando García. Ustedes dirán.
–Buenas noches. Si hace el favor de acompañarnos... Tenemos un asunto urgente que tratar con usted.
–Estaré encantado. Denme solo unos segundos con Venancio.
–Por supuesto.
–Pero don Fernando… Sabe tan bien como yo que es al «otro» don Fernando García al que buscan estos señores.
–Mi buen Venancio. Soy católico practicante y maestro de escuela… Traidor por partida doble a ojos de nuestra pobre España dividida. Si no fueran estos caballeros hoy, lo serían sus primos del otro bando mañana.
–Pero señor, puede que no…
–¿Vuelva?
–...
–Tengo más de setenta años y no dejo a nadie atrás.
–¡Están sus alumnos!
Touché, pero la decisión está tomada.
»He de irme; no es recomendable que estos señores se impacienten. Dígale a mi tocayo que huya con su familia esta misma noche. Vendrán a por él en cuando sean conscientes del error cometido.
–Así lo haré, don Fernando. Snif.
–No llore, amigo mío.
–Snif...
–Podemos irnos, caballeros.
–¡¡Don Fernando!!
–¿Qué ocurre ahora, Venancio?
–Se me olvidaba. El mozo de la librería El perro de Ulises dejó este paquete para usted.
–Será mejor que me lo lleve. Cuídese.

Don Fernando García Capitán, natural del municipio coruñés de Padrón, se halla descompuesto. De hombre valiente tiene lo justo para que no lo tachen de pusilánime, y ha gastado todas las reservas de que disponía al regalarle una vía de escape a su vecino. Para colmo de males su cuerpo afiebrado, acomodado como buenamente puede en aquella celda que comparte con otro centenar de desdichados a los que también han requerido las autoridades militares, le crea la ilusión de hallarse en presencia de la arrogante Reina de Corazones, a la que su mente agotada pone los rasgos de Marlene Dietrich en El ángel azul. «¿Merece la pena?», le pregunta la Dietrich con la característica mala uva de la cabaretera Lola-Lola, vestida para la ocasión con los colores rojo y negro del reino de las maravillas.
–¿A qué se refiere?
–Le pregunto si merece la pena cambiar su vida por la de ese desgraciado.
–Y por la de su familia, no lo olvide.
–¡Bah! Una fregona que huele a coliflor cocida y sus piojosos hijos. Yo no me hubiera rebajado ni a ordenar que les cortaran la cabeza. 
–¿Y qué me dice del amor al prójimo? ¿O del sacrificio?
–Esas palabrejas nunca dieron de comer a nadie.
En estos términos se desarrolla la imaginaria conversación cuando un: «¿Qué está leyendo, señor?» devuelve al anciano a la lúgubre realidad de la celda. La pregunta viene del otro lado de los barrotes, de boca de un soldado que no supera en edad a muchos de sus alumnos. Posee la mirada límpida del que aún no ha derramado la sangre de un hermano, y en su semblante hay auténtica curiosidad.
Don Fernando mira hacia abajo y se sorprende al descubrir un libro entre sus manos. Alicia en el país de las maravillas, anuncia en letras negras. Sin poder explicar cómo ni en qué momento, el viejo maestro había rasgado el envoltorio de papel con el que el librero de El perro de Ulises protegiera la inmortal obra de Lewis Carrol, desde cuya portada lo observa una Alicia de rasgos mediterráneos. Tres rosas, un cerdito ataviado con ropa de bebé y el escurridizo Conejo Blanco, todo un caballero español de capa y sombrero, completan la escena imaginada por la ilustradora Lola Anglada para la editorial Juventud. Sin duda, allí se encuentra la causa de la imaginaria visita de la Dietrich entronada.
Alicia en el país de las maravillas –responde gratamente sorprendido el viejo maestro–, de Lewis Carrol.
–¿No es usted muy… mayor para cuentos? –curiosea nuevamente el centinela, envalentonado, arrancándole una sonrisa a don Fernando. ¿Cómo hacerle ver a aquel joven, de forma sencilla, la soterrada crítica, desvergonzada e irreverente, que Carrol hacía en su Alicia de las injusticias, las intolerancias y los comportamientos aborregados de la sociedad? ¿Sería capaz de apreciar el buen muchacho sus exquisitos guiños matemáticos? Pero el tiempo que resta es poco y don Fernando prefiere revestirse con el aura dorada del cuentacuentos vocacional.
–¿Quiere que se lo lea?
–¿Le molestaría, señor?
–¡Jamás! –y don Fernando se lanza a desgranar las alucinantes aventuras de Alicia, siendo de nuevo testigo de la magia que las palabras crea en las mentes hambrientas, hasta que el sortilegio es roto repentinamente por un militarucho de tres al cuarto que lo requiere a voz en cuello.
–¡¡FERNANDO GARCÍA!!
Minutos antes, la llamada del Destino hubiera hundido al viejo maestro, pero el reencuentro con la lectura lo ha ayudado a recuperar la dignidad y la serenidad perdidas, y tras un quedo: «Presente» que retumba como un clamor en el recinto, se despide del joven centinela no sin antes regalarle el libro.
–Pero no sé leer –se excusa avergonzado el otro, a lo que don Fernando contesta:
–Entonces esos serán sus deberes para mañana –para después apostillar por encima del hombro–. Solo la lectura nos hace libres.
Con la satisfacción del deber cumplido, don Fernando acompaña con serenidad al Conejo Blanco hasta el país de las maravillas.

B.A.: 2020



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73 comentarios:

  1. ¡Grande!
    Con todos los guiños incluidos.
    Ya te lo comentaré con más calma y tiempo, pero por lo pronto te digo que has escrito UN PEDAZO DE RELATO, que lo sepas :)

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    1. Muchas gracias, Tara. Me alegra que te haya gustado tanto como para verte obligada a dejar este comentario de forma precipitada.
      Espero ansioso ese comentario más tranquilo. Un abrazo.

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  2. ¡Bravo, amigo Bruno! Me ha encantado este relato en el que has combinado emotividad, heroicidad en tiempos difíciles, fantasía, amor por la cultura... todo escrito con elegancia suma, tal y como nos tienes acostumbrados desde siempre.
    "Solo la lectura nos hace libres", ¡qué puya a la sinrazón y al totalitarismo, me encanta!
    ¡Enhorabuena y gracias por compartir esta maravilla con nosotros!
    Te deseo mucha suerte en El Tintero.
    Un fuerte abrazo, compañero

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    1. Hola Patxi. Un placer tenerte por aquí. Me alegro que te haya gustado mi propuesta, un homenaje a todos aquellos que sin ser ni de un bando ni de otro sufrieron las terribles consecuencias de la guerra civil. "Solo la lectura nos hace libres", dice el bueno de don Fernando. He de confesarte que esta frase me ha llegado por muchos medios distintos, siendo uno de ellos un discurso de don Mario Vargas Llosa. La entiendo como una verdad incuestionable y atemporal, que muchos han defendido e incluso muerto por ella, por lo que me pareció un muy buen epitafio para el bueno de don Fernando.
      Un abrazo enorme, amigo. En unos días recibirás mi visita en tu blog para disfrutar de tus buenas letras.

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  3. Una vez más, vuelves a homenajear la altruista labor de los profesores. Me refiero a que todavía recuerdo tu estupendo y conmovedor relato titulado "Un hombre peligroso", donde otro buen profesor entregó su vida a otros desgraciados, que tampoco entendían de valores humanos. Esto mismo ocurre en tu actual historia, pues la guerra fratricida del 36 truncó la vida de tantos maestros y profesores, como el que nos describes en tu impresionante narración. Y no es que le tocase el turno a Fernando García "el maestro", pero optó por sacrificar su vida para salvar a su tocayo, demostrando su valía como ser humano, algo que los profesores vocacionales tenemos impreso en el alma al elegir esta profesión y no otra.

    Quiero expresarte mi profundo agradecimiento, ya que con el pretexto de Alicia en el país de las maravillas, nos regalas una historia ejemplar con un mensaje liberador: "Leer nos hace libres", como dijo Vargas Llosa en la 37º Feria del Libro de Buenos Aires.
    Encantador relato, estimado Bruno, que deseo te brinde la oportunidad de llegar honrosamente a la final.

    Un beso.

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    1. Hola Estrella. Tengo 44 años y a mí la guerra civil me coge bien lejos. Pero las cicatrices del conflicto fraticida (desde mi punto de vista el peor de todos ellos pues enfrenta a hermanos y amigos, no solo durante la guerra sino también durante el período de después) aún no se han curado. En este relato no acuso ni a un bando ni a otro. No sé, ni me interesa, si se llevan a don Fernando por ser creyente o profesor, pues considero que es la misma y condenable tragedia.
      Como bien dices, homenajeo de nuevo al profesorado y a la literatura, pues los considero indispensables para dejar de ser borregos de unos pocos poderosos. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que a través de esa verdad universal que dice: "Leer nos hace libres"?
      Un abrazo enorme Estrella. Y gracias a ti por esa preciosa vocación.

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  4. Jamás se me habría ocurrido relacionar a Alicia y todas sus vinculaciones con un maestro durante la guerra civil española. Nada que ver, y por eso precisamente me ha llamado la atención. Me encanta que me sorprendan.Claro que no es la única razón.

    -Por los diálogos, tan vívidos que saltan del papel. Una forma de hablar muy de aquellos años, el “para servirle” ya no se escucha, y donde a la autoridad no solo se la respetaba, sobre todo, se la temía. Y en esa primera conversación es evidente que el “inmediatamente” es una orden.
    -Los puntos suspensivos de ese primer diálogo son elocuentes (dice más un silencio, a veces). Una sola pega (el snif del conserje), y ale responde don Fernando que no llore, y has dado un tratamiento serio al relato, bajo mi humilde criterio, sobra.
    -Equilibrio entre la parte narrada y la dialogada. Se dan un respiro la una a la otra, y no cansa (todo lo contrario)
    -Las referencias cinematrográficas y las literarias bien traídas, (no son para lucimiento personal del escritor, aporta y enriquece), nada está sacado de la manga, viene a cuento, o al cuento. También nombrar a Argos, cancerbero del libro. En definitiva, todas y cada una de las referencias son adecuadas.
    -El final enorme.

    ¿Entiendes ahora mi entusiasmo cuando inmediatamente después de leerte no me pude resistir a darte un aplauso? Está clarísimo. Uno de los relatos a tener muy en cuenta Bruno.

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    1. Muchas gracias de nuevo, Tara. No puede haber mayor premio para un relato que una palabras dichas con el corazón.
      Nosotros me he podido resistir a incluir unos diálogos tipo guión cinematográfico, algo que suelo practicar pues hago avanzar fácilmente la trama implicando al lector y a su imaginación.
      Tomo nota de ese "snif" que tanto te choca. Lo reviso cuando pase la convocatoria.
      Y de nuevo las referencias cinematográficas y literarias. ¿Verdad? Es otra de mis pasiones que sí o sí deben aparecer en mis relatos como un protagonista más, homenaje a todo lo que me apasiona.
      Muchas gracias de nuevo, Tara. Un abrazo fuerte.

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  5. Qué gran historia, Bruno! Llena de guiños y con un trasfondo tan real. Sobre todo me ha gustado que revalorices la crítica y la visión social que contiene el texto que con una lectura ligera podría pasar solo como un cuento fantasioso.
    Un abrazo

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    1. Gracias Mirna. Los guiños literarios y cinematográficos ya son una constante en mis relatos, ¿verdad? No me puedo resistir, como tampoco a incluir un diálogo tipo guión.
      Como bien apuntas, Alicia es más que un cuento para niños, y don Fernando así lo entiende y disfruta, aunque el tiempo jueves en su contra y no pueda demostrárselo al joven centinela.
      Un abrazo enorme.

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  6. Hermosa creación, Bruno.Saber leer te hace libre, te humaniza. Me gustó el engarce realidad- fantasía; historia y literatura. Alicia es dúctil para las niñ y una caras del devenir humano

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    1. Muchas gracias Beba. Como bien dices, Alicia es mucho más que un cuento infantil, perfecto para conseguir la unión entre fantasía y realidad.
      Un abrazo.

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  7. Tremendo relato, Bruno. Sorprendente por el modo de introducir el cuento en la historia y magníficamente construido. Una mezcla de ternura, realidad y fantasía muy bien lograda. El final insuperable. Me ha gustado muchísimo. Felicidades.

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    1. Muchas gracias por tus palabras, Marta. Alicia es un texto completo y complejo, por lo que me alegro un montón haber conseguido lograr el equilibrio con la dura realidad de don Fernando.
      Un abrazo enorme.

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  8. Me ha gustado mucho la introducción de este cuento en ese tiempo de la Guerra Civil. Homenaje a los profesores y ese regalo que todos hemos leído cuando éramos niños. Un abrazo.

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    1. Gracias Mamen. La Guerra Civil fue un escenario muy duro donde muchas buenas personas inocentes, de un bando u otro, de ninguno en la mayoría de los casos, dieron su vida por el capricho de unos pocos poderosos. Me alegra que te haya gustado mi sincero homenaje a la literatura y el profesorado.
      Un abrazo.

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  9. ¡Qué gran relato, Bruno! Al principio me tenías descolocada hasta que aparece la Reina de Corazones. Cómo has enlazado el reto con la parte crítica, desvergonzada e irreverente, que Carrol hacía en su Alicia de las injusticias, las intolerancias y los comportamientos aborregados de la sociedad y en qué momento tan apropiado lo has situado.
    Un gran homenaje al Maestro porque Solo la lectura nos hace libres.
    Muy emotivo, de los que te calan y te dejan ese dolor interior después de leído.

    ¡Felicidades, Bruno y suerte en El Tintero!

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    1. Hola María. Comprendo perfectamente que mi relato sea complicado de situar, pero me pareció una muy buena forma de homenajear a los buenos ilustradores que ha tenido este país. Como Lola Anglada, que creó las ilustraciones de Alicia para la editorial Juventud una década antes de la guerra. De paso, subrayo la enorme crítica social que hace Carrol de la sociedad victoriana que a mi juicio puede aplicarse a todas las épocas de la historia de la Humanidad.
      Y, por supuesto, la reivindicación de la figura del maestro, a la que tanto gusta tirar por tierra en este país.
      Un abrazo enorme, María.

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  10. He leído dos veces tu relato porque trato de definir si me gusta o no la trama, de lo que estoy seguro es que me agrada tu estilo narrativo prolijo, muy trabajado, de los mejores que he disfrutado en el blog. Para mí eso es más que suficiente para tenerlo en cuenta a la hora de elegir. Un abrazo.

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    1. Hola Alfredo. Un placer tenerte por mi pequeño rincón.
      Me alegra un montón que veas el esfuerzo que me ha costado llevar a buen término este relato, pues se ha cobrado muchas horas y revisiones. Espero con impaciencia tu decisión acerca de la trama; ya me contarás cuál es la conclusión a la que has llegado sobre la historia de don Fernando.
      Un abrazo enorme.

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  11. Hola, Bruno. Tus singulares relatos nunca dejan indiferente, siempre sorprenden y despiertan la admiración. En un alarde de imaginación relacionas Alicia con la Guerra Civil, conectando lo onírico y surrealista de aquella con la absurda injusticia de ésta. Una historia muy bien narrada, como es habitual, y con una poderosa moraleja como desenlace que proclama el poder redentor de la Literatura. Mucha Suerte en El Tintero. Un abrazo.

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    1. Me alegro que te haya gustado, Paco, y que sigas sorprendiéndote gratamente con mis creaciones. Me he enfrentado al desafío de enfrentar dos mundos tan dispares como la Guerra Civil y el país de las maravillas, y he de confesarte que no sé cuál de los dos es más absurdo.
      Un abrazo enorme, compañero.

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  12. Se me olvidaba: se te colo un haya al principio, cuando el maestro entra en la cárcel. Mira a ver..

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    1. Desde luego, por muchas vueltas que le dé a un relato, siempre se cuela un gazapo. Menos mal que estáis ahí para avisarme.
      Muchísimas gracias.

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  13. Hola, Bruno.

    Esa entrada de la policía no auguraba nada bueno como así ha sido, pero con elegancia y maestría nos has dirigido a donde te interesaba que era, precisamente, la elegancia y maestría de don Fernando y su postrera enseñanza de "la lectura os hará libres" y la semillita que deposita en el carcelero.
    Un relato magistral, si me permites que repita la palabra otra vez.
    Suerte en el tintero.

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    1. Me alegra que te haya gustado mi relato, Isan. No me atrevería a clasificarlo de magistral pero sí me siento realmente satisfecho del resultado, y de cómo lo habéis recibido vosotros, compañeros del Tintero.
      Un abrazo enorme.

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  14. Buenísimo, Bruno. Y mira que acabo de leerme una historia buenísima de la guerra civil, por eso te digo que has plasmado las crueldades de la guerra con muy buen atino. Gran atino.
    Ese principio es para enmarcar. Ya sabes lo que me gustan los diálogos, y tú lo has bordado, compañero. Introduces sin dejar de mostrar, nos presentas a los personajes y añades la trama, y pa postre ese regalo como punto de misterio.
    La introducción del libro de Carrol me parece sobervia. Un alarde de imaginación y destreza narrativa, y es que has metido infinidad de guiños del libro de las maravillas. En conjunto es un relato fantástico. Y todo eso sin contar con se final para tan lleno de personalidad. Un rayo de esperanza entre tanta barbarie de la mano de la literatura y el siempre necesario y buen hacer de la pedagogía... No hace falta que te diga que me ha encantado, ¿no?
    Felicidades, Bruno. Genial cierre del Tintero.
    Mucha suerte y un fuerte abrazo, compañero.

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    1. Vaya, Pepe. Me dejas sin palabras, de verdad. Me emociona un montón que este drama de tintes fantásticos te haya calado tanto y no puedo pedir un premio mejor, te lo aseguro.
      Me gustan mucho los diálogos, como a ti. Leerlos y practicarlos, pues me parecen una muy buena manera de hacer avanzar la trama tirando de la imaginación del lector. Cada vez que puedo los incluyo en mis obras y hasta que no consigo que fluyan de manera natural no dejo de trabajarlos.
      Y después está la subtrama del libro de Carrol, la excusa perfecta para ese epitafio de: "Solo la lectura nos hace libres", un rayo de luz para el
      disparate que supuso la Guerra Civil. Ojalá aprendamos de nuestros maestros y vayamos de la mano en el futuro incierto que nos espera.
      Un abrazo enorme, compañero.

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  15. Bruno, Bruno!!!
    Vaya relato te has marcao!
    Espléndido, me ha gustado mucho. El Venancio,todo un personaje,el maestro que no dejará de serlo nunca, la Reina de Corazones bordada y la trama, los diálogos, la forma de mantenernos en vilo, en fin, creo que dejo claro que me gustado un montón.
    Enhorabuena y abrazos.

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    1. Me alegra un montón que pienses así, Paola. Han sido muchas las lecturas y vueltas las que le he dado, y el que pienses así es la mejor de las recompensas.
      Un abrazo enorme.

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  16. Hola, Bruno! Soy Beri. Excelente trabajo, compañero. Empezando por el título, la elección es inmejorable. El maestro católico Fernando García imparte una última lección de literatura al joven soldado, pero, a un mismo tiempo, nos da a todos una última leccción de ética sacrificándose por su vecino (y familia). Te aplaudo por haber renunciado a decantarte en defensa de ninguno de los dos bandos de las conocidas como "las dos Españas". En ambos bandos se cometieron todo tipo de atrocidades, aparte de que es muy cierto que las guerras entre hermanos son las que dejan a menudo heridas que no acaban nunca de cicatrizar del todo.
    Hay un gran equilibrio entre las partes dialogadas y narradas, pero coincido contigo en que ese diálogo inicial capta la atención del lector con una gran eficacia.
    Bruno, ese diálogo final entre el maestro y el joven soldado sobre el libro de Alicia me ha encantado. De hecho, me ha traído a la mente los últimos momentos de Federico García Lorca (tambien F. García, ¿no?), cuando estuvo recitando algunos de sus poemas y enseñando juegos de palabras a sus tres compañeros de celda.
    En definitiva, has escrito un muy buen relato con guiños exquisitos a la obra de Carroll y a su Alicia de rasgos latinos. Ahora mismo dudo si darte a ti los 7 puntos o a María Pilar (a ver, a ver...). Enhorabuena y recibe un fuerte abrazo.

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    1. Hola Beri. Me emociona un montón que mi relato te haya gustado tanto como para plantearte darme los 7 puntos. Son tan buenos los trabajos que los compañeros están presentando a esta convocatoria (como el de María Pilar, con esa novedosa visión de centrarse en un personaje al que Carrol apenas prestó atención), que lo vamos a tener muy difícil.
      Desde el primer momento quise apartarme de los dos bandos que esta nuestra España parece no poder olvidar. Independientemente de mi forma de pensar, creo que es justo y necesario conocer la Historia tal como fue, pues solo de esa forma podemos aprender y no volver a cometer los mismos errores, y una verdad incuestionable es que se cometieron muchas atrocidades en uno y otro lado de la trinchera. Y en la tierra de nadie, los mismos de siempre; la población que no entiende de poder ni de ideología, arrastrada al desastre por la decisión de unos pocos.
      Me ha gustado que hayas comparado a mi viejo maestro con el genio de Lorca. He de decirte que ese F. García es una casualidad que tú has encontrado. Los nombres de todos mis personajes tienen su razón de ser. Ya te contaré cómo llegué a ese "Fernando García".
      Un abrazo enorme.

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  17. Un relato donde para bien o para mal, allá gustos, está muy presente el autor real. Tal vez por eso, resulte difícil encontrar al narrador (voz narrativa) que acompañe al lector. En cuanto a la anécdota o escenario parece que no hay duda en que con fecha de 18 de julio de 1936 una cuadrilla de militares decimonónicos dieron un golpe de estado contra el gobierno legítimo en España.
    Un abrazo y haya salud

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    1. Hola Barry. Como bien comentas, hay mucho de mí en este relato, y eso gustará más o menos, a vosotros dejo la elección. Jamás defenderé lo que ocurrió en aquella jornada del 18 de julio contra el gobierno legítimo, pues lo que el golpe de estado hizo a este país aún lo estamos pagando con intereses (nada más hay que ver las noticias de los últimos días una vez pasados los aplausos).
      En este relato quería centrarme en el pueblo, en los muchos inocentes que sufrieron las consecuencias de la Guerra Civil, aquellos que se encontraban en la tierra de nadie cuando estalló el suelo bajo sus pies y que lo perdieron todo por viejas rencillas con el vecino, por un trabajo considerado como progresista o por sus creencias religiosas. No olvidemos y aprendamos de nuestros errores.
      Un abrazo enorme.

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  18. Hola Bruno
    Vaya imaginación posees, hacer una fusión con la magia y fantasía de Alicia con la guerra civil de esa época. Me han gustado mucho las descripciones, diálogos, el ritmo y la claridad con que has expuesto cada paso de tus personajes. Una historia preciosa, como de costumbre. Un serio candidato al Tintero de oro.
    Un abrazo

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    1. Hola Yessy. Me alegro un montón que pienses así. Era complejo conseguir el equilibrio entre el drama de la guerra y la fantasía de Alicia, pero estoy satisfecho con el resultado, y el apoyo que está recibiendo mi pequeño homenaje a las víctimas de esa tragedia sin sentido es el mejor premio que los compañeros me podríais dar.
      Un abrazo enorme.

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  19. Un bonito homenaje a los maestros de escuela de antes,los que vivían su profesión como algo intrínseco a su persona. Esa Reina de corazones muy acertada su presencia en la escena.
    Muy buen el relato desde el principio al fin.
    Un abrazo Bruno
    Puri

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    1. Hola Puri. Nunca es mal momento para reivindicar la labor del maestro, siempre atacado por las "ventajas" que disfrutan. Me río yo de esas ventajas cuando tienen que emplear su tiempo libre en desplazamientos, correcciones, preparaciones de tareas, claustros y cursos.
      Me alegra que te haya gustado la intervención de Lola-Lola; fue una inspiración de última hora que creo que ha quedado bastante bien.
      Un abrazo enorme.

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  20. ¡Hola Bruno! Hacía mucho tiempo que no te visitaba y he de decir que ha sido un placer volver a tu casa. El relato es fantástico, de principio a fin. Me ha encantado, desde la idea, el mensaje, el enlace con Alicia... vamos, que todo de diez. Espero que tengas suerte en el concurso del tintero. ¡Un abrazo! ; )

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    1. Un placer tenerte de nuevo por mi pequeño rincón de relatos, Ramón. Y me alegra un montón que este homenaje a las víctimas de tan cruenta guerra te haya gustado. A ver qué piensan el resto de compañeros.
      Un fuerte abrazo.

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  21. Bruno, Bruno, un relato histórico de una guerra muy cercana, la que vivieron mis padres. Y de pronto, en esa una cárcel con Alicia en el país de las maravillas. El preguntarte cómo se te ha ocurrido sería lo primero. solo por curiosidad. Pero lo interesante viene después de esos diálogos tan logradísimos, viene en este párrafo:
    ¿Cómo hacerle ver a aquel joven, de forma sencilla, la soterrada crítica, desvergonzada e irreverente, que Carrol hacía en su Alicia de las injusticias, las intolerancias y los comportamientos aborregados de la sociedad? ¿Sería capaz de apreciar el buen muchacho sus exquisitos guiños matemáticos?
    Y ese final, Con la satisfacción del deber cumplido, don Fernando acompaña con serenidad al Conejo Blanco hasta el país de las maravillas.
    Interesante propuesta y más interesante la resolución. Y que nadie se atreva a "cortarte la cabeza". Un abrazo compañero.

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    1. Hola Emerencia. Me alegra que te haya gustado tanto mi relato como para interceder por mi cabeza. Me preguntas cómo llegué a unir la fantasía de Alicia con la crueldad de la guerra civil, pues voy a satisfacer tu curiosidad. Hace un tiempo leí en uno de los muchos comentarios que pululan por las redes sociales la historia de un héroe anónimo que se hizo pasar por un muchacho al que vinieron a buscar los militares, no especificaba el bando. La historia se me quedó grabada en el corazón y me pareció que se merecía un relato en el que pudiera homenajear a tantos héroes anónimos que dio tan cruenta guerra. Ahora soy incapaz de encontrar el comentario del que te hablo, pues me hubiera gustado saber la opinión de su autor sobre mi relato. Y después está el tema de Alicia. Tras indagar la historia de la obra de Carrol en España, conocí la edición que de ella hizo la editorial Juventud hacia 1927, y no me pareció descabellado que don Fernando la conociera. Entonces, con mi viejo maestro por un lado y con Alicia por el otro, solo necesité una reina de corazones que uniera a la perfección la mezcla. La idea de la corista Lola-Lola fue una inspiración de última hora que creo que quedó bastante bien.
      Espero haber satisfecho tu curiosidad, Eme. Un abrazo enorme.

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  22. Hola Bruno
    Gran relato, el tuyo. Verdad, ternura, enseñanza, mucho y verdadero amos. Ese soldadito analfabeto de mirada limpia de toda violencia hacia el prójimo es en sí mismo un poema, así como el maestro que sabe que tarde o temprano solo por serlo vendrán a buscarlo y prefiere tratar de salvar a una familia y por supuesto su propia dignidad. Es estupendo. Te mando un conmovido abrazo.

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    1. Me alegra mucho que pienses así, Juana. He querido decir mucho en muy pocas palabras y a veces pensé que no iba a ser capaz. Gracias a ti comentario veo que el mensaje ha quedado claro.
      Un abrazo.

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  23. Quise escribir "mucho y verdadero amor" Perdón.

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    1. Je, je, je. No tienes que pedir perdón, Juana. Se entiende perfectamente.

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  24. Hola Bruno. En todas las ediciones del Tintero suele haber uno o dos relatos que destacan por encima del resto por su condición de "diferentes", por haber dado con la clave de la originalidad respecto de lo que se cuenta y como se cuenta. Este es el caso de tu relato. La idea de relacionar la guerra civil con el libro homenajeado es simplemente genial, y además está muy bien resuelta.
    Los diálogos los has bordado. Ese diálogo inicial a tres voces, donde se nota el tono autoritario y la simpleza del Guardia Civil, el temor más que justificado del conserje y el aplomo del profesor aunque el miedo vaya por dentro, es una de las grandezas del relato.
    La ambientación es igualmente buena, aunque las 900 palabras no nos dejan mucho espacio para ello consigues tanto con las descripciones como con los diálogos meternos en la época y en los acontecimientos que se narran. Se percibe la angustia, la incertidumbre, el miedo... traspasan la pantalla y nos llegan.
    El modo en que se encajan las referencias y guiños a Alicia en el País de las Maravillas en la última parte del relato, sin que resulte para nada artificial en el contexto sino que discurre de manera fluida, excelente también.
    Y el final, con el mensaje reivindicativo reforzado con la figura de Carrol y sobre todo esa imagen del ajusticiado siguiendo al Conejo Blanco hacia su destino, es de los que dejan huella al terminar una lectura.
    Es cierto que como comenta Isabel, los SNIF también me han chirriado algo, aunque es un detalle menor. Sólo le pondría una pega si me permites la confianza de tantos años leyéndonos, y aquí me temo que Javier ha dado con la clave. Hay alguna parte del relato donde Bruno Aguilar habla por boca del profesor. Se ha buscado una equidistancia amable para el lector con objeto, supongo, de no ofender sensibilidades, y el autor ha forzado al personaje a reflejarla, algo que, quizás, no encaja en toda la construcción que se ha hecho del personaje y sus circunstancias. Es una opinión, por supuesto, y en literatura todo es opinable.
    En definitiva un relato muy completo, original y lleno de guiños perfectamente encajados, con serias aspiraciones a lo más alto. Felicidades por ello. Un abrazo.

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    1. Hola Jorge. De verdad que me alegra un montón el apoyo que este relato esta consiguiendo entre los compañeros del Tintero. Como autor perfeccionista que sé que eres, has visto muy bien todo el trabajo que hay detrás de estas 900 palabras, horas de trabajo y reescritura con el único fin de dar un producto lo más redondo posible, y aun así, hay cosas que ahora cambiaría, como ese "Snif" que tanto os chirría a Isabel y a ti. Será lo primero a lo que busque una solución, pero lo haré cuando acabe el concurso pues opino que un relato no debe ser pulido durante el tiempo que dura la convocatoria, a excepción de los errores ortográficos que se puedan colar. Por eso dejaré las onomatopeyas ya sea para bien o para mal. Luego está el tema que tanto Javier como tú habéis tratado, y que por cierto agradezco, pues sé que es una opinión sincera cuya intención es mejorar mi trabajo.
      No sé si al resto de compañeros les es posible trabajar un texto sin que en él quede reflejado su personalidad, ideas o estado de ánimo. A mí desde luego me es imposible, y no me extraña que pueda verse algo de mí en don Fernando e incluso en el bueno de Venancio. Pero no lo he hecho con la intensión de no ofender a unos u otros. No. Como ya le expliqué a Javier, condeno el golpe de estado que desde el año 36 solo nos ha traído desgracias, dividiendo el país en dos bandos irreconciliables (nada más hay que ver las noticias de los últimos días una vez olvidado la COVID). Hubiera sido muy fácil haber sido políticamente correcto afirmando categóricamente que don Fernando es republicano, pero yo no soy un tipo blanco o negro, sino de un tono gris, y por eso quería homenajear a "todas" las víctimas inocentes de ese conflicto que ya dura tanto, a los que quedaron en la tierra de nadie a merced de las bombas y los odios de un lado y otro de la trinchera. Repudio por igual la matanza de Badajoz como la de Paracuellos, los asesinatos de religiosos como el fusilamiento de las "13 rosas" (que en realidad fueron 14), y tantos etcéteras que tenemos en nuestra conciencia y que muchos se obstinan en olvidar. Como dijo don Arturo Pérez-Reverte: «los dos bandos fueron víctimas y verdugos», y yo le dedico este relato a las víctimas y condeno a los verdugos.
      Un abrazo enorme, Jorge.

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  25. Hola Bruno, este relato es de lo mejor que te he leído. Me ha encantado que hayas llevado la magia de Lewis Carroll a un ambiente tan sombrío como son los fusilamidntos tras la guerra civil. Ese contraste es lo que hace tu relato tan especial. El personaje del profesor que se hace pasar por Fernando García me recuerda al maestro en "La lengua de las mariposas". Me ha gustado esa referencia a la reina de corazones con los rasgos de Marlene Dietrich. ¡Magnifico!
    Enhorabuena y un abrazo

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    1. Hola Araceli. Me alegra un montón que te haya gustado este cóctel tan extraño que he presentado a la última convocatoria del Tintero, y si encima te parece de lo mejor que he escrito pues... ¡No puedo estar más contento! Era una apuesta algo arriesgada, lo reconozco, pero estoy bastante satisfecho con el resultado, aunque hay algunas cosillas que puliré nada más termine el concurso.
      Y he de decirte que algo hay del profesor de "La lengua de las mariposas" en mi don Fernando. ¡Bien visto!
      Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo enorme.

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  26. A mi me has convencido compañero. Un mundo gris en guerra, un maestro y su vocación, su generosidad altruista y la razón sobrada que la cultura es la portadora de la libertad. Donde menos me lo esperaba me he reencontrado con la magia de la historia de Alicia junto a ese conejo blanco que en la imaginación despierta del maestro es el militarzucho ignorante que lo lleva al paredón pues se le hace tarde.
    ¡Bravo!
    Un abrazo.

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    1. Me alegra que mi relato te haya gustado tanto, Francisco. Han sido muchas las vueltas y lecturas dadas para conseguir un resultado en el que no chirriara ese extraño experimento de mezclar la tragedia de la guerra civil con la fantasía de Alicia, y aunque ya tengo un par de cosas que pulir, estoy bastante satisfecho con el resultado.
      Un abrazo enorme, compañero.

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  27. Hola,Bruno. Soberbio relato, por la trama, por los diálogos, por lo bien escrito que está y por un final genial. Me ha gustado mucho, mucho. Un abrazo y suerte en el Tintero.

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    1. Me alegro un montón, Jose. Tus palabras hacen que haya merecido la pena el esfuerzo y la energía que me ha costado llevar a buen término la última lección de don Fernando.
      Un abrazo enorme.

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  28. Bruno, no sabes lo que me alegro de ese merecidísimo tintero de oro. ¡Felicidades!
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Pepe. No puede haber mejor regalo para un relato que el apoyo de tan buenos compañeros.
      Un abrazo enorme.

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  29. ¡Brunoooooo! ¡Enhorabuena por ese ORO colega!
    Hasta septiembre campeón.

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    1. Muchas gracias, Tara. ¡Vaya alegrón me he llevado este domingo!
      Nos vemos en septiembre.
      Un abrazo.

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    2. No se te va a borrar esa sonrisilla, que te la estoy viendo, en todo el verano :))

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  30. ¡Felicidades, Bruno, por ese oro! Entre tanto relato bueno, brilla como el mejor. Merecido. Un relato matrícula de honor.

    Un abrazo y feliz verano.

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    1. Muchas gracias, María Pilar. La verdad es que en esta convocatoria no ha habido ningún relato malo. ¡Menuda competencia!
      Un abrazo enorme y buen (y extraño) verano.

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  31. Enhorabuena Bruno por tu merecido Tintero de Oro.
    Un abrazo enorme y felices vacaciones!!!

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    1. Muchas gracias, Estrella. Me alegro un montón que mi relato haya gustado tanto.
      Un abrazo enorme y buenas vacaciones.

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  32. Hola Bruno, felicidades por ese Tintero de Oro que sin duda te habrá hecho mucha ilusión. Un abrazo.

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    1. La verdad es que sí, Jorge. Me ha hecho una ilusión tremenda.
      Un abrazo enorme.

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  34. Felicidades. Sin duda, lo mejor del día ha sido esta lectura. Me atrevería a decir que quizás, lo mejor de muchos días. Enhorabuena.

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    1. Vaya Rafa, no veas la ilusión que me hace que pienses así. No puede haber mejor recompensa, te lo digo de verdad.
      Un abrazo y muchas gracias.

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  35. Felicidades por tu merecido Tintero de oro. Realmente y ya te lo dije, es un relato espectacular. Un abrazo, compañero

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    1. Es verdad, José, ya me lo dijiste y te lo agradezco enormemente.
      Un abrazo enorme, compañero.

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  36. ENHORABUENA, Bruno, por tu rutilante Tintero de Oro. Sin duda, nos has dado una gran lección con tu gran relato. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Paco. Me alegra un montón que pienses así, pero la lección magistral no es mía, sino de don Fernando y de tantos buenos profesores que hemos tenido y tenemos
      Un abrazo enorme.

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