lunes, 28 de diciembre de 2015

Paisaje nevado


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La entrada quedó al fin despejada de nieve. Con la satisfacción del trabajo bien hecho y una taza de cacao en la mano, el hombrecillo se dispuso a disfrutar orgulloso de la bella estampa que dibujaba su casita de tejado rojizo y paredes oscuras en medio del manto blanco. Al otro lado del cristal, Dani contempló el estúpido paisaje nevado que le trajera tío Alberto por Papá Noel, sacudiendo distraído la bola mientras la videoconsola cargaba Zomblice IV, su mejor regalo de Navidad.
«¡Maldito cabronazo!», rugió furioso el hombrecillo tras la tormenta, el puño levantado amenazador hacia la bóveda celeste, y de nuevo fue al cobertizo a por la pala.


B.A., 2.015


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23 comentarios:

  1. jejeje Qué me gustan a mí esas bolitas. Yo no lo dejaría descansar ni un momento. =P Muy original. =)
    Un abrazo. =)

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  2. Pobre hombre... No es el que ataca a la protagonista de mi anterior relato pero te advierto que tiene muy malas pulgas y que por esa boca salen ranas y culebras cada vez que tiene que limpiar el camino de entrada je, je, je...
    Un saludo.

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  3. Buenísimo, muy original. Y a veces nos sentimos medio encerrados y a la merced de alguna fuerza que nos sacude imprevistamente.
    Un abrazo.

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    1. Gracias por leerme y comentar. Es verdad lo que dices, en ocasiones parece que somos esclavos de un dios o una fuerza, llámese Destino si se quiere, que juega con nosotros como si fuéramos marionetas. Un saludo.

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  4. Un microrrelato que desprende imaginación. Jamás se me habría ocurrido escribir una historia desde el punto de vista de un ''hombrecillo'' dentro de una bola de cristal. Lo he tenido que leer dos veces, confieso, y a la segunda lo he comprendido, lo que ha hecho que sonría por lo ingenioso que es.
    Saludos.

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    1. No lo comparto porque no te encuentro en Google+...

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    2. Gracias por tus palabras y por insistir en la lectura de mi pequeño relato; reconozco que en ocasiones puedo ser un poco enrevesado.
      Respecto a Google+ aparezco como Bruno Aguilar.
      Un saludo, y felices fiestas, ya estés dentro o fuera de la bola de cristal.

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  5. Yo también protestaría. El pobre hombre viviendo un terremoto a voluntad de un peque contrariado! Un abrazo de Año Nuevo!

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    1. Es para cabrearse, desde luego. Un saludo y buena entrada de año.

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  6. Muy ingenioso desde luego, con ese giro final que nos cambia el punto de vista al del hombre atrapado en la bola de cristal. No deja de ser un símil de la vida del hombre moderno, atrapado también en la bola de cristal en la que somos peones esperando que alguien quiera movernos la bola. Suerte en el concurso. Abrazos!

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Mucha suerte para ti también.

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  7. También lo he tenido que leer dos veces, y con la escena clara, he aplaudido mentalmente este trazo navideño tan bien elaborado. Ese hombrecillo cabreado, cada vez que el niño agita la bola, empieza de nuevo su trabajo. Muy bueno, Bruno.
    Saludos, compañero.

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    1. Gracias por dedicarme unos segundos, compañero. Al hombrecillo le van a tener que regalar por Reyes una pala nueva pues la tiene gastada de tanto limpiar el camino de entrada; ese niño cabrito no para de agitar la bola.
      Un saludo.

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  8. ¡Genial colega! Me ha encantado. El título ya es bueno, nos lleva a esa imagen tan navideña de las tarjetas postales (algo que también está cayendo en el olvido)o a evocar alguna pintura de arte moderno. La idea del mundo encapsulado del hombrecillo que lucha contra el genio maligno que mueve su bola es muy original, y mejor aún la forma en la que nos invitas a reflexionar con los dos regalos que recibe el niño y su distinta actitud hacia cada uno de ellos.
    Enhorabuena amigo. Mis mejores deseos para el 2016. Que las musas sigan con nosotros
    Por cierto, casi me paso un relato tuyo, así que voy para atrás, je, je

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    1. Muchas gracias como siempre por tus palabras, amigo Isidoro; sin ellas como colofón mis relatos estarían inconclusos. Como bien dices, atrás quedaron los viejos tiempos en los que las felicitaciones de Navidad nos llegaban por correo y no a través del wassap, adornando los rincones de las casas junto con los belenes y los árboles. Ahora está todo informatizado (incluso nuestros relatos nos llegan a través de la red, desplazando la satisfactoria sensación que da el hecho de abrir un libro y leerlo), y así nuestro Dani prefiere un videojuego (¿te suena de algo el nombre Zomblince?) a una bola de cristal con su paisaje nevado, aunque su tío lo comprara con toda la ilusión del mundo. En fin... Además tenemos el bucle que dibuja nuestro hombrecillo limpiando la nieve y el niño que agita la bola, como un Sísifo clásico pero con mala lengua. Espero no haber querido abarcar mucho en tan poco espacio.
      Te deseos un buen año 2016, que escribas más y mejor (si es posible) y que yo lo vea. Un saludo.

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  9. Ahh que original!! Pobre hombrecito, aunque creo que yo lo tendría loco llenándolo de nieve cada vez. Lo lei un par de veces para entenderlo. Me encantó! Felicidades!

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    1. Muchas gracias por tus palabras. Espero no haber querido abarcar mucho en tan poco espacio. Un saludo.

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  10. Con lo que me han gustado a mí siempre esas bolas de cristal. Nunca hubiera pensado que agitándolas fastidiase tanto al hombrecillo. Desde luego tienes muchísima imaginación. Te felicito por el relato y te deseo un Feliz Año cargado de buenas letras. Un abrazo

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    1. Ahora que sabes que dentro de la bola hay un hombrecillo... ¿La agitarías para hacerlo enfadar? Je, je, je... Gracias por tus palabras.

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  11. Curioso micro. La verdad es que hasta que no pase la navidad fuera de la bola, me da que el hombrecillo del interior va a estar quitando nieva de forma permanente jaja, le va a salir más rentable meterse a tomar ese cacao y esperar algunos días para seguir la tarea.

    ¡Un saludo compañero!

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    1. Je, je, je. Lo que pasa es que el hombrecillo, aunque cascarrabias, es muy coqueto, y le gusta cuidar de su casita de cuento navideño.
      Un saludo compañero, y gracias por tu tiempo.

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  12. Precioso relato, ingenioso, lo he tenido que leer varias veces y darme cuenta por los comentarios que el hombrecillo vivía dentro de la bola de cristal. Quien no ha tenido alguna vez una bola de esas. enhorabuena te seguiré

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    1. Muchas gracias por leerme y por insistir hasta que has descubierto al hombrecillo de la bola de cristal. Un saludo.

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