miércoles, 20 de abril de 2016

Ungido en arcilla

¡Vuelve al infierno en el que anidas, demonio! Yo soy Tizitl, el que fue ungido en arcilla.
Los amarillentos ojos de la furia de agua se clavaron en los del anciano, usando el poder que le diera el lago donde halló la muerte y emergiera a la vida maldita para atraerlo a sus ponzoñas garras, pero a Tizitl le protegía la tierra y contra eso nada podía hacer. Enfurruñada como la niña que fue, con una rabiosa dentellada aseguró los despojos que otrora fueran el cuerpo de un joven estudiante y desapareció en las profundidades del lago Glauco, dejando tras de sí una mancha pardusca como único testigo de la tragedia allí ocurrida.
Tizitl había avisado al muchacho. Sólo eso, un aviso, pues la ley a cumplir por el ungido en arcilla le prohibía ir más allá. Fuerte por la tierra que lo cubriera de niño, el viejo curandero era uno más de los seres de poder que habitaban el bosque, y a ellos debía lealtad, viviendo y dejando vivir. Y al insensato que desoía sus advertencias y llegaba hasta el lago tras la leyenda de la furia de agua… el viejo Tizitl únicamente podría ofrecerle una última oración.


B.A., 2.016

*        *        *

Este microrrelato es una continuación de:

Leyenda urbana

Safe Creative #1604207272100

22 comentarios:

  1. ¡Hola Bruno!

    Un cuento, inspirado tal vez en la mitología celta, donde todas estas misteriosas y fascinantes criaturas suelen convivir en armonía con el medio natural al ser sus mejores guardianes. De modo que te felicito por elegir esta fuente y darle tu personal diseño.

    Cordial saludo y mucha suerte en el concurso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Estrella. Precisamente era ese equilibrio el que pretendía reflejar; dejar constancia la imposibilidad del viejo Tizitl a ayudar por esa ley del vive y deja vivir a la que está encadenado. Un saludo y muchas gracias.

      Eliminar
  2. A veces desoímos las advertencias y luego se acabó. Me gustó este relato lleno de fantasía y terror al mismo tiempo, me encantan las leyendas. Te deseo mucha suerte. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Las leyendas son una de mis fuentes de inspiración y me alegra haber conseguido dar a este cuento ese aura mitológica. Gracias por comentar. Un saludo.

      Eliminar
  3. Bueno bueno, como en su día me leí el texto que antecede a éste que nos ocupa, esto es el equivalente a contenido extra en una edición en dvd. Estaba claro que el anciano era intocable, pero eso no quita el buen final al ver que la víctima, o mejor dicho sus restos, desaparecen en el lago junto a la serpiente.

    ¡Un saludo compañero!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, compañero. Este cuento es como un bonus del dvd "Leyenda urbana". El bueno de Tizitl se merecía un poco más de protagonismo. Un fuerte abrazo, amigo.

      Eliminar
  4. ¿Moraleja? Hacerle caso a Tizitl.
    Muy buen relato, te recuerda que los finales felices no siempre se dan y que toda estupidez se paga caro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa es la moraleja, compañera. Hazle caso al viejo Tizitl, él sabe lo que está diciendo.
      Un saludo.

      Eliminar
  5. Quien es avisado y desoye la advertencia, nada tiene que recriminar a nadie sino a sí mismo por su imprudencia... Hasta me ha salido con rima la moraleja, que no era mi intención :))

    Muy bueno, Bruno. Con muy pocas palabras has creado un ambiente de leyenda y mitología muy creíbles. ¡Suerte en el concurso!

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Julia, y muy buena la moraleja con rima que te ha salido. Je, je, je.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Recuerdo haberme leído tu cuento "Leyenda urbana", lo que no sé es por qué no dejé ningún comentario... En fin, te diré que en este texto, como muy bien dices, recuperas a un personaje secundario del otro para crear su propia historia. Y lo haces con genialidad. Tanto los dos textos de Tizitl, como los de Ariel, pueden leerse de forma independiente sin que pierdan ni un ápice de sentido. Y cada uno con su sentido completo y distinto. Soy un aficionado a la mitología en todas sus facetas y me ha encantado ver como la has manejado en esta historia. Es toda una creación.
    Yo, personalmente no sabría por cual decantarme. Quizás por gustos personales me quedo con el de la Furia de agua, pero he de reconocer que aún estoy pensando en la otra furia de Ariel, je, je
    ¡Mucha suerte amigo!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. ¡Hola! Soy nueva por aquí, me ha gustado mucho. ¿En qué cultura te has inspirado? Me gustaría leer más sobre ello y bueno, el relato está genial... Lo que más me transmite es la dualidad de cada decisión, lo bueno y lo malo, y el "terror" por así decirlo ante lo que vendrá, ante lo que sabemos inminente en nuestro destino.

    ¡Besos!

    ResponderEliminar
  8. ¡Hola!. Realmente no me he basado en ninguna cultura en concreto. Todo ha salido de los mitos y leyendas que se han acumulado a lo largo de los años en mi cabeza.
    Bien visto por otra parte la referencia a la dualidad bien-mal; en ella he construido el personaje del bueno de Tizitl.
    Un saludo y gracias por comentar.

    ResponderEliminar
  9. Muy buena leyenda en pocas palabras. Pude sentir el olor a tierra húmeda mientras leía. Hay que respetar a Tizitl.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Federico. Como bien sabes, no es fácil ajustarse a tan poco espacio.
      Un saludo.

      Eliminar
    2. Muchas gracias, Federico. Como bien sabes, no es fácil ajustarse a tan poco espacio.
      Un saludo.

      Eliminar
  10. Creo que he cometido un error al leer antes de este el relato de la niña Ariel pues, éste, aunque es muy bueno, no llega a inquietarme tanto como el de la niña. Aun así, me quito el sombrero ante ti Bruno, en muy poquitas palabras has creado una maravillosa leyenda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Je,je, je,... En el duelo Furia de agua vs Ariel, gana la pequeña que busca un compañero de juegos.
      Gracias por mojarte y elegir, Joel. Un saludo.

      Eliminar
  11. Vengo de leer "Leyenda Urbana", impresionado por la muerte del pobre estudiante al que la curiosidad le jugó una definitiva y última mala pasada. Por cierto, jugada maestra al plantear los micros para el concurso como continuación de otros de tus relatos, sin incumplir el límite de palabras incitas al lector a leer la precuela, lo que da más juego al relato y deja una sensación en el lector de mayor calado. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo Jorge, tenía la impresión de que tanto Leyenda urbana como Juega conmigo necesitaban una continuación, y pensé que este concurso de microcuentos era una buena ocasión. Me alegro de que hayas disfrutado.
      Un saludo.

      Eliminar
  12. Un buen relato, no recuerdo haber leído lo anterior , pero creas un ambiente de mitología estupendo. Suerte. un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por comentar. Me alegro de que te haya gustado. Un saludo.

      Eliminar