Nota: Imagen propiedad de Pixabay y de Peyo.
(¡POM, POM, POM!)
–¡Nahna, Bruja
del Páramo. Abra en el nombre del rey!
–Ya va. Ya vaaa… ¡Qué prisas!
»¡Hola, Grillo! ¿Cómo tú por aquí?
–Shhhh… No me llames Grillo delante de mis hombres. Vengo como representante de Su
Majestad, no como hijo de tu hijo.
–Perdone usted, Regio, Cazador de linces.
–Tampoco te pases.
–Perdonaaa… Dime qué te trae a mi humilde
páramo.
–¿Esta receta es tuya?
–Un momento que me ponga los lentes...
–¿Qué nueva magia es esa?
–No es magia, tontorrón, es optometría.
Veamos… «Una cola de genio azul, secada a la luz de la luna llena en la época
de celo de la esfinge. Tomar la píldora resultante antes del acto procreador.»
–¿Genio azul?
–Un pitufo.
–Ahhh… ¡Bueno! ¿Es tuya?
–Así es.
–Entonces tienes un problema.
–¿Por?
–El remedio, en vez de solventar ciertos
problemillas del Cabeza del reino en
su noche de bodas con Felipa, Bella sobre
el arcoíris, digamos que ha dejado su virilidad a la altura de la grasa
para lustrar botas.
–¡Imposible! Llévame inmediatamente ante
Sam, Y veme por esto otro, mayordomo
personal del rey.
–A estas horas estará en la taberna de
Eldelbar.
–Pues vayamos al Grifo de cerveza.
* * *
–Dígame Sam. ¿Encargó la píldora de genio azul donde
Solrak, Hijo de Carnicero, como receté?
–No, señora.
–¿Y eso?
–Su Majestad pensó que era un carero, así
que me envió ante Gúguel, El que todo lo
sabe y si no se lo inventa.
–¿¡Gúguel!? ¿Me está diciendo que ese
charlatán ha hecho negocios a costa de mi trabajo?
–Pues... ¿Sí? Me vendió el mismo remedio
a un precio más barato. Viene de Oriente.
»Guardé una muestra por si…
–Ya me imagino para qué. Déjeme
examinarla… ¡Esto es una verruga de troll coloreada con pasta de arándano! Gúguel
no solo ha estafado a Su Majestad, El del
puño cerrado, sino que ha agravado su dolencia. Mucho me temo que durante
un buen tiempo no podrá cumplir con sus deberes maritales.
–¿Puede ayudarle?
–Habrá que cosechar la mandrágora que
nazca a los pies de un ahorcado, y solo yo sé cuándo es el momento oportuno
para ello.
»Estos serían mis honorarios.
–¡Qué escándalo! Su Majestad no pagará
tal cantidad.
–Entonces, querido Sam, como el rey no
encierre a su flamante esposa en la torre más alta del castillo ya puede ir
acuñando en las monedas de su primogénito el sobrenombre de El bastardo, porque La bella sobre el arcoíris tendrá un primogénito antes de final de
año. No lo dude. A diferencia de otros, ella paga de buen grado los remedios
de Nahna.
–…
–¡Salud,
Regio! Vente a comer este sábado. Prepararé el jabalí al Erimanto que tanto te
gusta.
B.A.: 2019
Serie: Érase una vez en el reino de Arcadia Bajo
Píldoras de genio azul