Nota: Mensaje de Arecibo cumple 4 años, y para celebrarlo os regalo
este relato cargado de humor y, por qué no, de autopromoción.
Muchas gracias a todos.
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–Sr.
Vivas.
–¿Sí, maestro?
–Voy a corregir su trabajo.
»Acérquemelo,
por favor.
–Ahora mismo, maestro. Y ya le digo que
esta vez lo voy a sorprender.
–Miedo me da.
o O o
Mensaje de Arecibo
Trabajo realizado por Álvaro Vivas Alborch (3A)
Tras
Arecibo se encuentra el escritor amateur que responde a las siglas B.A., de las
que no ha trascendido su significado.
Desarrolla
su infancia en los ochenta, y son las películas y series de televisión de aquel
entonces las que inflaman su imaginación, siendo fácil de apreciar cierta
nostalgia ochentera en todas y cada una de las entradas de su blog.
En sus
relatos, que no suelen superar las 1200 palabras de extensión, ha tratado casi
todos los temas, siendo el fantástico el que practica con mayor asiduidad, con
predilección al subgénero del apocalipsis zombi, tan de moda gracias a la serie
de televisión The Walking Dead. En la
actualidad se halla embarcado en su proyecto más ambicioso y personal, la «space opera» de corte clásico que lleva el nombre de Érase una vez en Rebis.
Entre sus
características principales se encuentra la búsqueda de nombres significativos
con los que bautizar a sus personajes. Todos ellos tienen su razón de ser, siendo
por lo general guiños literarios o cinematográficos, y así, mientras que la
protagonista de La vichyssoise de la
mujer barbuda se llama Andrea por el personaje que interpreta Victoria
Abril en Kika, compartiendo con su homónima
una cicatriz que le cruza la cara, el ficticio director de cine Edu del Bosque,
creador de la saga de serie B Zomblince,
extrae su nombre del injustamente llamado «Peor
director de la historia», como se conoce a
Ed Wood. Diego Leal, agente en suelo extranjero que ya ha protagonizado tres
relatos, toma su nombre directamente de James Bond, el famoso 007 creado por Ian
Fleming, pues tanto Diego como James (Jaime) son variantes del nombre propio de origen hebreo Ya'akov, y en cuanto a la recurrente figura del Diablo, encarnado por
el banquero Adolfo Milton, no es difícil ver que toma su apellido del autor de El paraíso perdido.
Dejando a
un lado el tema de los nombres, de lo que se podría hablar largo y tendido,
otra característica de este autor novel es el uso continuado de los llamados huevos de pascua (easter eggs en inglés), referencias a relatos anteriores con las
que crea un universo propio en constante expansión donde se mueven sus personajes
con total familiaridad. Así, el bar La
Capilla, que aparece en Las reglas del Muerto, es también el escenario donde arranca Una moneda para Caronte; el personaje secundario Sex Machine aparece tanto en También los piratas tienen madres como
en El pasado perdido, y los centenarios
muros de San Lázaro resisten la amenaza zombi en Instinto primario y en Riesgo biológico. La revista científica Qué
curioso, el reverendo Hopkins, o la agencia de viajes Fiumicino & Sierra son otros easter eggs con los que nos podemos tropezar en la lectura del blog.
Se han dado
casos de huevos de pascua muy complejos, hasta el punto de enlazar varios
relatos. Como ejemplo, podemos nombrar la ficticia saga de películas de terror Zomblince que aparece tanto en el relato
que lleva su nombre como en Juega conmigo.
La cuarta parte de esta saga es el videojuego de moda en Paisaje nevado, y podemos conocer a Fina, una de sus programadores,
en El laberinto Blackwood, donde
también nos tropezaremos con la agencia de viaje Fiumicino & Sierra.
Otra cadena
es la que empieza en La sonrisa delDiablo, donde Adolfo Milton, nuestro Diablo particular, conoce a un fan acérrimo
de Óscar von Moebius, uno de los grandes magos del momento. A este mago lo veremos
también en El pasado perdido,
compartiendo relato con el pistolero Sex
Machine y con Yuri Vasílievich, presidente de la república de Vinavitán,
país ficticio surgido tras la disolución de la antigua Unión Soviética. Y será
el embajador en España de Vinavistán quien aparezca en la aventura Siempre llueve en Torreblanca, del
agente Diego Leal. De esta forma, podríamos seguir encadenando más y más
títulos.
Participante
asiduo en varios blogs y comunidades de escritores, ha ganado algunos
certámenes […]
o O o
–Sr.
Vivas.
–¿Sí, maestro?
–No sé si usted se está cachondeando de
mí o si realmente su cerebro encharcado de reguetón no da más.
–¿Por qué lo dice, maestro?
–En primer lugar, se nota a leguas que
el trabajo lo ha realizado cortando y pegando de una página web.
»Copy/Paste, no sé si me explico.
–No es así, maestro. Lo he sacado todo
de Internet, claro, pero he usado mis propias palabras…
»Como usted nos tiene dicho.
–A ver, criatura. Déjeme un momento… Sí,
aquí. En el primer párrafo ha usado la palabra «trascendido».
»¿Sabe lo que significa?
–Mmmmm… Sí maestro. Que le gusta
vestirse de mujer. ¿Verdad?
–Lo has clavado, macho. Lo has clavado…
–¡Y que quede claro que no estoy en
contra de transcendidos!
–Por supuesto que no, Sr. Vivas. No lo
pongo en duda… En segundo lugar, le recuerdo que NO estamos en clase de Lengua
y Literatura de la Srta. Apellániz. Cuando os encargué un trabajo sobre el
mensaje de Arecibo, me refería al mensaje lanzado desde el radiotelescopio de
Arecibo en 1974, y que fue diseñado por Carl Sagan, junto con otros astrónomos.
Aquí no nos interesa un escritorzuelo de tres al cuarto que deja sus paridas creativas
en un blog de Internet.
»Ya veo la cuenta que echa en clase.
–No diga eso, maestro.
–No sé entonces que quiere que diga.
»Aunque llevaba razón en una cosa: me ha
sorprendido.
–…
–Tome su trabajo con el correspondiente
0 y vuelva a entregármelo mañana, escrito con sus propias palabras, por supuesto.
–Ofú maestro.
–Pues eso.
»Y busque el significado de «trascender»,
por favor.
B.A.: 2.017