—Esto es lo que quiero para mi casa.
Las vistas desde la terraza de la habitación del
hotel donde pasan las vacaciones son espectaculares. El mar se agita ante él
tranquilo como un bello animal adormilado, cubierto por un cielo limpio de
nubes en el que revolotean decenas de gaviotas de blanco purísimo. Cádiz dibuja
una línea quebrada hacia su izquierda, colmada de luz, y a su puerto recala en
lenta maniobra la enorme estructura de un crucero con su cargamento de turistas
ávidos de sol. Desde luego, un horizonte así es imposible en su ciudad de residencia,
interior y calurosa como pocas, pero se conformaría con un ático desde donde poder
disfrutar del verdor de un parque centenario o del ajedrezado de las azoteas
del barrio viejo, erizado de antenas de televisión entre líneas infinitas de
colada puesta a secar.
«Cuidado con lo que deseas, puede hacerse
realidad». No termina de evocar la célebre frase atribuida a Oscar Wilde –él la
conoce por El cuervo, película de
culto noventera donde Brandon Lee hallaría fatídicamente la muerte–, cuando le
sorprende verse saliendo de la recepción del hotel junto a su familia, cargados
de todos los pertrechos necesarios para disfrutar de un plácido día de playa.
Un chirrido de neumáticos seguido de un golpe seco le anuncian que la máxima se
ha cumplido en esta ocasión, y con la fatalidad inherente de su nueva esencia
fija la vista en un borreguito de espuma en medio del prado azul del mar.
B.A.: 2021
Gran película! Felicidades por el micro, describes una gran habitación y unas grandes vistas, Cádiz y cómo planteas el giro final, sorprendente! Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. Me alegro un montón que te haya gustado mi micro. Un saludo.
EliminarTe felicito, muy buen micro, la ambientación genial y luego ese final sorprendente y triste. Muy bueno. Saludos.
ResponderEliminarHola, Ana. Ya estamos de nuevo en la brecha gracias a los retos de David. Muchas gracias por tus palabras. Un saludo.
ResponderEliminar¡Hola, Bruno! Espero que hayas pasado un verano ¡de cine! Te iba a decir que como el prota de tu micro, pero mejor no, ja, ja, ja... Micro de dos partes; la primera, nos hace añorar esas vacaciones que ya se fueron; la segunda, bueno, mejor no destripo. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarHola, David. Pues el verano nada mal, salvo esas olas de calor que hemos sufrido. Los últimos días en la playa, y de ahí la inspiración de mi relato.
EliminarY ahora a trabajar en la nueva edición del Tintero. Con muchas ganas de sacar lo mejor de mí.
Un abrazo!!!
Felicidades por el microcuento. Me gustó mucho, sobre todo las descripciones, muy precisas y hermosas.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias, Cynthia. Creí necesario describir aquello que anhelaba el protagonista para conseguir un final más impactante.
EliminarGracias por pasarte por mi rinconcito. Un saludo.
Te ha sentado de lujo las vacaciones, Bruno, dado el micro que nos ofreces. ¡Jo…cómo escribes, colega!
ResponderEliminarCasi escojo esta peli para el relato.
Unas idílicas vacaciones que prometen, con esa habitación con vistas, luz y mar, contrastada con los pensamientos premonitorios y el final que lo resuelves con un chirrido de ruedas (no se necesita más). He visto los ojos abiertos sin vida contemplando el prado azul del mar.
Muy pero que muy bueno, Bruno.
Un abrazo de cine.
Hola, Tara. ¿Las vacaciones bien? Supongo que sí pues ya he leído tu propuesta y es uffff... escalofriante.
EliminarPues nada, aquí estamos de nuevo, con una nueva temporada ya en marcha que seguro que nos dará muy buenos momentos. Este año el listón promete estar bien alto.
Un abrazo enorme.
Hola, Bruno. ¡Qué buen micro! Dulce y evocador al principio e impactante e inesperado ese final. Me ha gustado mucho. Felicidades.
ResponderEliminarHola, Marta. Pues ya ves, no puedo evitar la tragedia en mis relatos, je, je, je.
EliminarMe alegra que te haya gustado. Un abrazo.
Hola Bruno gusto saludarte y leerte nuevamente gracias a los retos de David. Por aquí dejando mi visita. Buen micro, me encantó mucho las descripciones.
ResponderEliminarHola, Perlas. El placer es mío al tenerte por mi pequeño rincón. Esta nueva convocatoria del Tintero va a ser genial, pues las propuestas de los compañeros para este primer reto son estupendas.
EliminarUn saludo.
Hola Bruno, te has soleado tanto que has quedado prendado de esas vistas, ja, ja.
ResponderEliminarYa en serio el micro es refrescante y alucinante, y aunque al final las cosas parecen terminar mal, después de todo se quedo con esas vistas preciosas como último recuerdo.
"Cuidado con lo que deseas", muy buena advertencia Bruno.
Hola, Harolina. Muchas gracias por tus palabras y ahora te voy a confesar una cosa: la fotografía base de la imagen que ilustra el relato la hice desde el piso donde pasé las vacaciones. Espero no seguir allí...
EliminarUn abrazo enorme.
Genial, Bruno. Comencé a leerte identificándome con el discurso del protagonista: también quiero ver el mar desde mi ventana. Aunque para eso solo deba caminar un poco, sueño con despertar, abrir la ventana y tenerlo ahí, con sus cambios de color atlántico.
ResponderEliminarLo que ya no quiero es ese final que muestras con un sonido brutal.
Me ha gustado mucho. Felicidades.
Un abrazo.
Hola, Carmen. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Ver el mar desde la ventana es un sueño que sólo pocos consiguen. Y si vives como yo en una ciudad calurosa a 200 km del mar más cercano pues...
EliminarMe alegra que te haya gustado mi relato. Al menos, como dice Harolina, consiguió lo que deseaba.
Un abrazo enorme.
Exactamente, aquello que uno piensa se transforma en real, porque el universo es magico.
ResponderEliminarUsualmente los pensamientos destructivos son los que mejor se materializan
Hola, José. Tienes mucha razón en lo que comentas. El universo es mágico, pero también caprichoso, así que ten cuidado con lo que deseas.
EliminarUn abrazo.
Excelente relato!! En donde realizas una traspolación exquisita desde el hotel en Cádiz a tu propio y ansiado deseo. Detalle magnifico mencionar la celebre frase de Oscar Wilde; como anillo al dedo en tu final. Un cordial saludo.
ResponderEliminarHola, Daniel. Ante todo gracias por pasarte por mi pequeño rincón literario y comentar.
EliminarComo al personaje del relato, me gustaría tener una habitación con vistas aunque después de ver cómo se las gasta el destino creo que es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer.
Un saludo.
Hola, Bruno. Tu micro se despliega como el final, con volantazo incluido. Excelente efecto el que logras. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Mirna. Me alegro un montón que te haya gustado mi relato. Y si además te he sorprendido pues mucho mejor.
EliminarUn abrazo enorme.
Me gusta el relato Bruno. Propones un narrador acompañando al lector de forma discreta y además exhibes pulso para mantener el tiempo en presente apurando apoyando la paramnesia del personaje hasta el reflexivo verse. ¡Magnífico trabajo en poco espacio y sin despeinarse!. Gracias por el aporte. Un abrazo y haya salud
ResponderEliminarHola, Javier. Me alegra que pienses así de mi propuesta. Son muchas las vueltas que le he dado para conseguir un resultado satisfactorio que mostraros y la acogida está siendo espectacular. Muchas gracias por tu apoyo; sólo queda mejorar un poquito más.
EliminarUn abrazo enorme.
Hola, Bruno! Qué placer volver a leerte.
ResponderEliminarMagnífico relato, casi poético, muy visual y reflexivo, con imágenes que dan sentido a ese título, a esas vistas. En ellas hay de todo: la propia imagen, con sus ruidos, olores, regusto de algo anhelado y finalmente conseguio... Pues eso, que pedazo de relato nos regalas.
Un abrazo!
Hola, Pepe. Por fin estamos otra vez en faena gracias a los retos de David. Me alegra que te haya gustado el relato. Todo gira en torno a esa máxima de :"Cuidado con lo que deseas", a la manera de el relato corto de W Jacob "La pata de mono". En esta ocasión, mi protagonista consigue lo que más anhela, con consecuencias trágicas imposible de imaginar.
EliminarUn abrazo enorme. El listón esta temporada va a estar muy alto.
Hola, Bruno. La película esta creo que no la he visto, no es mi género y estas las tengo que ver con ganas. En cuanto a tu micro si me ha parecido muy apropiado, vas pensando en cosas, con la guardia baja por el relax, que al momento se hacen realidad sin más. Saludos 🖐🏼
ResponderEliminarHola, JM. Confieso que el fin de este relato era engañaros para que su final os cogiera totalmente desprevenidos. Un giro de tuerca que espero no haya sido excesivo, je, je, je.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, compañero. Nos leemos en el siguiente.
Un saludo.
Hola, Bruno. Muy bien descritas las vistas de esa habitación que todos querríamos. También me gustó el conformismo del protagonista con un ático con "otras vistas" , jajaja me he reído con esa parte. Y la frase del fatídico final es muy buena. Un saludo.
ResponderEliminarHola, Pedro. El protagonista tiene mucho de mí mismo con ese deseo de una casa con vistas, tan difícil de conseguir en la caja de zapatos que son nuestras ciudades, aunque teniendo en cuenta cómo las consigue pues...
EliminarMe alegro que te haya gustado mi propuesta. Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo.
Buena descripción de las vistas del mar y un final impactante con ese giro brusco.
ResponderEliminarGenial.
Un saludo.
Hola, Kirke. Me alegra que el final de mi relato te haya sorprendido. ¡Misión cumplida! Je, je, je.
EliminarUn saludo.
Iba todo tan bien, esas vistas tan cinematográficas de la bahía de Cádiz, o esas terrazas con los tendales y la antenas que tantas películas y de repente el giro tan sorprendente del final que es lo que se te queda pululando en la mente aún después de terminada la lectura.
ResponderEliminar¡Felicidades, Bruno!
Hola, María. Como bien comentas, he preparado el terreno concienzúdamente solo para cogeros con el pie cambiado y sorprenderos con el trágico final del protagonista.
EliminarMe alegra un montón que te haya gustado.
Un abrazo enorme.
Hola, Bruno. Me he quedado encandilado con las imágenes recreadas de la tacita de plata por tu personaje. Tanto anhelo no podía traer nada bueno, un contraste muy bueno para finalizar un relato redondo. Me ha gustado mucho el relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Carles. Muchas gracias por tus palabras. Al principio las vistas que nuestro protagonista tenía desde la terraza del hotel era sólo una línea azul de mar pero comprendí que era necesario ampliarlas para hacer más intenso su anhelo. Me alegra que haya acertado en mi decisión.
EliminarUn abrazo enorme.
Micro solo en el tamaño. Magnífico y sorprendente. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Macondo. Qué difícil es decir tanto en tan poco, ¿verdad? No puedo estar más contento con el resultado. Gracias por tus palabras de ánimo.
EliminarUn abrazo.
Hola Bruno, cuando vi el título me vino a la cabeza la belleza de Florencia. Escribí entonces sobre ella hace tiempo y use este título. Asomarte a una ventana y a una historia. Después pensé. Y así es. La tacita de plata nos lleva de la mano a los deseos que tenemos a lo largo de la vida. Yo también quiero unas vistas al mar, donde sea, o ya puesta, a ese parque o jardín donde solo vea verde y escuche sonidos repiqueantes de aves. Un final fatídico el de este protagonista y esas imágenes que ahora se confunden entre cielo y tierra. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Emerencia. De nuevo estamos al pie del cañón y os traigo este aviso sobre los deseos. Yo también querría en mi vida una habitación con vistas pero teniendo en cuenta la jugarreta del destino para con nuestro protagonista creo que me voy a contentar con el fondo de pantalla de mi ordenador, je, je, je.
EliminarUn abrazo enorme.
¡Hola, Bruno! Todavía no me recupero del susto... yo, que me las prometía muy felices al inicio de tu micro, incluso anhelando volver a Cádiz, he acabado con un vuelco al corazón. ¡Felicidades, un abrazo!
ResponderEliminarHola, Javier. Perdón por el susto. Creo que se me ha ido la mano en eso de darle una vuelta de tuerca al relato, je, je, je.
EliminarBueno, espero que sigas teniendo ganas de volver a Cádiz pero ya sabes... Cuidado con lo que deseas.
Un abrazo enorme.
¿Qué tal, Bruno?
ResponderEliminarDesde luego la película del maestro James Ivory es un punto de partida magnífico para desarrollar un relato. Y los hoteles...detrás de cada habitación de hotel hay una historia, una vida por narrar.
Yo me quedo con Cádiz -casi soy de allí je, je- y con tu giro final que como todo buen relato debe sorprender y sorprende al lector.
Un gran saludo desde Marte ;)
Hola, Miguel. Llevas mucha razón en lo que dices. ¿Cuántas historias podrían regalarnos las habitaciones de un hotel? Yo he querido trabajar lo sobrenatural en mi relato pero una buena parte de él, en la forma de las costas de Cádiz, no puede ser más realista.
EliminarMuchas gracias por dejarte sorprender. Saludos a Marte, que tampoco cuenta con malas vistas.
Beautiful blog
ResponderEliminarGracias!!!
EliminarRead my new post
ResponderEliminarPor supuesto que voy para allá.
EliminarEl hombre propone y Dios dispone, reza el refrán. Y si no es Dios, el destino, el azar o la mala suerte.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato y eso que no he visto la película, aunque tampoco importa, je,je.
Un abrazo.
Hola, Josep. Ahí radica la cuestión, el hombre tiene sus anhelos y esperanzas pero es poco lo que puede hacer por ellos pues ya sea Dios, el Azar o simplemente la Suerte quien decide.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un abrazo enorme.
Imágenes evocadas y presentidas y un deseo hecho realidad de manera dramática. Tu personaje está imbuido en una película mientras rememora la frase de otra. Un buen ejercicio literario.
ResponderEliminarUn abrazo, compañero.
Hola, Francisco. Muchas gracias por pasarte y comentar. Es, como bien dices, la forma en que el Destino, Dios o el Azar se ríe de nosotros.
EliminarUn abrazo enorme, amigo.
Ese "cuidado con la que deseas, se puede hacer realidad" ha sido premonitorio. Me ha gustado la manera de enlazar la peli con las vacaciones. Muy buen relato. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Isan. Una premonición en toda regla la que tiene nuestro protagonista.
EliminarMuchas gracias por pasarte y comentar. Un abrazo.
Hola Bruno, muy evocador tu relato. Y el final redondo y crudo, quien no quiere que se le hagan realidad sus sueños, pero "cuidado con lo que deseas, puede hacer realidad". Éxitos y bendiciones.
ResponderEliminarHola, Mery. Muchas gracias por tus palabras. Me alegra que te haya gustado mi relato pero ta sabes, ten cuidado con lo que deseas.
EliminarUn abrazo enorme.
Hola Bruno enhorabuena por tan excelente narrativa, y por ese giro final; un buen relato, sobre una magnifica película, a la que has sabido honrar con maestría. Un abrazo, saludos
ResponderEliminarHola, Mik. Me alegra que pienses así de mi propuesta. Y si he conseguido sorprenderte entonces no puedo pedir más.
EliminarUn abrazo enorme. Muchas gracias por pasarte por aquí.