Nota: Las
palabras contenidas en las cartas que se ven más abajo están contabilizadas
para que el relato no supere el máximo de 900. Por otro lado, al final del
relato hay un dramatis personae donde
se pueden consultar información sobre los personajes implicados.
––––––––––––––––––––––––––––
–Eres un egoísta, Noel.
Gaspar acompañó el reproche apuntando a la
oronda figura con el índice de la diestra pero al anciano la pose de tipo duro
de Su Majestad no le impresionó en absoluto. Muy al contrario, respondió a
Gaspar con un «Llámame Claus, es más popular» que al otro tiñó la cara de un
rojo tan vivo como el color de su espeso pelo.
–Dejémonos de tonterías –cortó de raíz
Melchor–. Hemos venido para hacerte entrar en razón, Claus. El mundo te
necesita. ¡Los niños te necesitan!
–¡Paparruchas! Los niños sólo necesitan el
nuevo videojuego de la saga Zomblince
o un teléfono móvil para subir sus gracietas a Tik Tok. En cuanto al resto del
mundo, puede meterse sus necesidades por…
–¡¡Claus!! –exclamó su mujer escandalizada.
–Perdona, querida.
–Menudo cabezota –dijo Olentzero sin apartar
la vista del fuego que ardía en la chimenea.
–Mira quién fue a hablar.
Un incómodo silencio cayó sobre los presentes.
La estancia estaba tan caldeada que los tres Reyes se despojaron de sus pesadas
capas para dejarlas en los solícitos brazos de la señora Claus. «¿Les apetece
un refresquito? ¿Un Jerez, quizás?», ofreció a sus invitados mientras cortaba
unas buenas porciones de bizcocho casero con la ayuda del ruso Ded Moroz.
–Déjate de meriendas, querida. La visita ya se
marcha.
–Deja tú de refunfuñar. ¿Dónde están tus
modales? Habrase visto…
»¿Le traigo un zumo de zanahorias, señor
Conejo?
–Con el Jerez me apaño bien, gracias
–respondió el genio de la Pascua dando buena cuenta de su copita.
La tensión se disipó rápidamente, en buena
medida gracias a la hospitalidad de la dueña de la casa. Los tres Reyes
departían con la bruja Befana mientras el Ratón Pérez y el Hada de los Dientes
examinaban curiosos la colección de figuritas de la señora Claus, todas ellas
representaciones de su marido en las poses más curiosas.
–Esto es un caganer –comentaba sobre una figurilla que representaba a Santa
Claus en el momento de hacer de vientre–. Una tradición de tierras catalanas.
»¿No queda Cataluña cerca de donde usted vive? –preguntó mirando la robusta figura de Olentzero, carbonero de profesión.
–Sí, señora, pero no suelo ir mucho por allí, la verdad. Esa zona es del tió de Nadal. También de su esposo y de Sus Majestades los Reyes.
–Qué curioso.
–¡Basta de cháchara! –explotó Claus ante tan
buen ambiente–. Santa Claus ya no existe para el mundo así que terminad
vuestras bebidas y largaos de una maldita vez.
–Claus. Recapacita, por favor –suplicó
Baltasar con su voz grave–. No sabes el daño que estás haciendo.
–¿A qué viene este alarmismo? No llevamos
regalos a nadie. ¡Son las familias y los allegados quienes se encargan de
comprarlos!
–Somos quienes revestimos esos burdos objetos
de brillante ilusión –explicó con dulzura Befana–. Sin nosotros no serían más
que… cosas.
–Además, creo que es necesario hacer una
puntualización –dijo Pérez alzando su garrita derecha en demanda de turno–. En
muchas ocasiones, cuando la familia no tiene recursos, sí llevamos regalos. ¿O
acaso has olvidado para quién tallas esos bellos juguetes de madera en tu
taller?
–Hace años que no lo hago y no ha pasado nada.
–No ha pasado nada porque tanto nosotros, como
aquellos que faltan hoy aquí, hemos hecho tu parte.
–No sé qué decir.
–¡Por fin conseguimos callarte! –aplaudió
jubiloso Melchor–. Y si sigues sin estar convencido quizás estas misivas lo
hagan.
–¿Con más peticiones me queréis disuadir?
–Lee de una vez –estalló Gaspar.
Con las gafas que le alargara su esposa bien
ancladas sobre el puente de la nariz, el desconfiado Claus se dispuso a leer la
primera de una gran pila de cartas recopiladas y traídas hasta Laponia por sus
compañeros genios.
–¿Qué es esto?
–Son tus niños –explicó Befana a punto de
romper a llorar–. Tuvieron sus regalos, ¡por supuesto que los tuvieron, esa es
la magia de la Navidad!, pero son listos y notaron tu ausencia.
»Sigue leyendo, por favor.
Y así, en todas y cada una de las cartas, desde los más dispares lugares y encomendándose a su genio de la ilusión, los niños del mundo pedían como una sola voz el retorno de Santa Claus.
Ante tanto cariño recibido el viejo testarudo
lloró un auténtico río de felicidad, emborronando las cartas que atesoraba
entre sus manos crispadas. De repente, para su sorpresa, los papeles quedaron
limpios de peticiones y mostraron en su lugar apresurados mensajes de
agradecimiento. En el corazón de los demandantes una súbita calidez les había
avisado de la buena nueva, dejando inmediatamente cuanto tenían entre manos
para dar las gracias a sus benefactores.
–No tenía ni idea…
–Eso ya no importa –dijo Gaspar visiblemente
emocionado–. Lo importante es que has vuelto con nosotros.
–Muchas gracias, Gaspar. Muchas gracias a
todos, de corazón… ¿Señora Claus?
–¿Sí, querido?
»Zafarrancho de combate. La cuenta atrás para
el retorno de Santa Claus ha comenzado; tenemos un saco repleto de ilusión que
repartir la próxima Navidad. ¡¡Ho, ho, ho!!
(899 palabras)
B.A.: 2021
Dramatis personae (para quien no
quiera recurrir a la Wikipedia)
Los
tres Reyes Magos: Según la tradición cristiana, nombre de los
tres sabios de Oriente (Melchor, Gaspar y Baltasar) que rindieron homenaje al
recién nacido Jesús de Nazaret llevándole oro, incienso y mirra como regalo. Se
celebra su llegada en la noche del 5 al 6 de enero.
Santa
Claus (Papá Noel, San Nicolás,…): Personaje legendario que según la
cultura occidental trae regalos a los niños por Navidad. La tradición cuenta
que vive en Laponia junto a su esposa, la señora Claus.
Olentzero:
Personaje de la tradición navideña vasca, carbonero de profesión, que trae
regalos a los niños el día de Navidad en el área de Navarra y el País Vasco,
así como en el País Vasco francés.
Bruja
Befana: Figura del folclore italiano que reparte regalos durante las
fiestas navideñas. Un cuento popular dice que ayudó a los tres Reyes Magos a
encontrar el camino a Belén.
Ded
Moroz: Figura de la tradición eslava recuperada a comienzos de siglo
para ocupar el lugar de Santa Claus.
Tió
de Nadal: Tradición navideña catalana. Su versión más extendida consiste en
coger un tronco al inicio de Adviento para darle calor y comida. En Nochebuena
los niños lo golpean con bastones para que cague regalos y dulces.
Ratón
Pérez: Personaje fantástico que se encarga de recoger los dientes que se
les caen a los niños para cambiárselos por dulces, monedas u otros regalos.
Hada
de los dientes: Personaje similar al Ratón Pérez propio de la
cultura occidental de habla inglesa.
Gracias, Bruno, por participar con este relato en el homenaje a Charles Dickens y Cuento de Navidad. Un abrazo, suerte y ¡Feliz Navidad!
ResponderEliminarMuchas gracias, David. No podía faltar en una convocatoria tan especial.
EliminarUn abrazo enorme.
Hola, Bruno. He leído tu relato con una sonrisa. Una gran asamblea de magia e ilusión y llena de compañerismo. Y es que hay sitio para todos, claro que sí. Gracias por la información al final.¡Me ha encantado! Suerte. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Mayte. Pues ese es el quid de la cuestión: una asamblea en la que hay cabida para todos los genios de la ilusión, preocupados en esta ocasión por la perdida de fe de uno de sus miembros.
EliminarHe creído conveniente incluir el dramatis personae para que tengáis una idea más cercana de quienes son los protagonistas.
Un abrazo y muchas gracias.
Un cuento que nos muestra disparidad de miembros... Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarHola, Nuria. Si una sociedad perfecta debe aceptar la disparidad, el mundo de fantasía e ilusión no puede ser menos.
EliminarUn abrazo enorme y gracias por comentar.
Bonita reunión de seres mágicos y además todos se entiende en la misma lengua. Un ejercicio coral muy interesante.Gracias por compartir.
ResponderEliminarHola, Manuel. ¡Pues claro que los genios de la ilusión hablan el mismo idioma! ¿Cómo no van a hacerlo cuando hablan con el lenguaje del corazón?
EliminarMuchas gracias por pasarte por mi pequeño rincón literario.
Un abrazo.
¡Qué cuento más simpático, Bruno! 😊 ¡La unión hace la fuerza! Entre todos convencieron al denostado, por algunos, Papá Noel. Todas las tradiciones de los diferentes lugares tienen cabida, y no solo en la casa de Papá Noel, sino en los diversos lugares. En definitiva, la magia y la ilusión no debe morir en ninguna de sus manifestaciones.
ResponderEliminarDesde luego, es para leerlo a los niños, aunque los adultos también disfrutemos de su lectura.
¡Enhorabuena, Bruno!
Hola, Tara. Me alegra un montón que te haya gustado mi cuento. Qué mejor forma de sentir y expresar el espíritu navideño que a través de la unión entre pueblos y culturas, representados por los distintos genios de la ilusión.
EliminarHe escrito este cuento con todo el cariño. Estoy muy contento con el resultado.
Un abrazo enorme.
Todo un elenco de personajes mágicos que han hecho, y siguen haciendo, las delicias de los más pequeños. Y los has reunido aquí con mucho acierto para formar esta historia basada en la ilusión que nunca deberían perder los niños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Josep. Como bien dices, unos personajes mágicos que hacen las delicias de los más pequeños, y aquí yo añadiría que también de los más grandes porque ver esa ilusión que tienen por la llegada de sus genios mágicos no tiene precio.
EliminarUn abrazo enorme, amigo.
Hola, Bruno. ¡Qué bonito! Un cuento ingenioso y divertido para defender el poder de la ilusión. Me ha encantado. Los diálogos suenan con muchísima naturalidad y el elenco de personajes es pura magia. Felicidades y mucha suerte en el Tintero.
ResponderEliminarHola, Marta. ¡Ilusión al poder! Je, je, je. Ya sabes lo que dice Befana: "Los regalos sin ilusión son sólo cosas". ¿Hay algo más grande que esos ojos asombrados de un niño antes el regalo de su genio de la ilusión?
EliminarUn abrazo enorme.
Hola Bruno que agradable relato nos has regalado, qué entrañable colección de personajes nos has juntado aquí. Todos volvemos a ser niños aunque sea un ratito leyéndote. Saludos y suerte en el Tintero.
ResponderEliminarHola, Tigrilla. Pues creo que no puede tener mi relato mejor premio que llevaros de vuelta, aunque sea durante un ratito, a la infancia. ¿Puede haber magia más increíble?
EliminarUn abrazo enorme y muchas gracias.
Hola, Bruno, qué relato tan fantástico nos has regalado. Ingenioso, divertido... Me lo he pasado genial. Los has juntado a todos. Bueno, alguno he tenido que mirar a ver qué función tenía y luego he visto que lo has puesto al final. Vaya depre la de Santa Claus, descreído, sin ilusión ni ganas. ¡Ja, ja, ja! La Sra, Claus me ha encantado.
ResponderEliminar¡Un abrazo y suerte en el Tintero!
Hola, María. Pues iba a poner el dramatis personae al principio del relato pero me pareció que os podría romper la magia y las sorpresas. Creo que pondré un aviso al principio indicándolo.
EliminarPues nada, que estoy muy contento con la acogida que está teniendo mi reunión de genios de la ilusión, tan bien acogidos por la señora Claus y su paciencia con el señor Claus.
Un abrazo enorme.
¡Qué hermosa asamblea, Bruno! Todos los personajes de la bendita ilusión, haciendo - a través del personaje de Claus- el esfuerzo de mostrar que la época del descreimiento ha vencido y ellos siguen estando para iluminar las más valiosas esperanzas y luces en el corazón humano. Me encantó. Un Santa Claus duro de roer pero con una bendita señora Claus.
ResponderEliminarGran abrazo
Hola, Juana. Pues esa es la razón de este relato: hacer entender a los descreídos que la ilusión sigue viva. Y quien no se lo crea que vea los ojos de un niños ante su primer regalo de Navidad o mirando debajo de la almohada en busca de la moneda dejada por el ratón Pérez. ¿Cuántos escritores novatos lo somos por estas ilusiones del pasado?
EliminarPor cierto, no descarto un relato centrado en la señora Claus. Creo que se lo merece.
Un abrazo enorme.
Vinieron todos, falta el Father Christmas aunque creo es el mismo Claus.... solo que flaco y sexy....
ResponderEliminarPuede ser que hoy en dia vivimos en una de esas peliculas en donde Santa fue secuestrado.
o perdio "la magia".
Hola, José. Sí, faltaron algunos a la reunión pero entiendo que estaban preparando los pedidos en caso de que los compañeros no consiguieran convencer al viejo gruñón, je, je, je.
EliminarVivimos tiempos oscuros para la ilusión pero no podemos dejar dd creer. Nuestros hijos dependen de ello.
Un saludo.
Hola, Bruno. Me ha encantado el relato, con calidez y humor. De paso nos presentas a los personajes de muchos mitos de distintos lugares.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Mirna. Siempre un poquito de humor, que la vida es demasiado seria. Y de ilusión, mucha ilusión, pues sin ella no creo que pudiéramos escribir nuestros relatos.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Un abrazo enorme.
Bruno que bello cuento donde la asamblea de todos los personajes de la Navidad y la ilusión están presentes. Me ha gustado muchísimo. Suerte en el tintero. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Mamen. Me alegra que te haya gustado mi reunión de genios de la ilusión. Menos mal que entre todos consiguieron devolver la fe al cascarrabias de Santa Claus.
EliminarUn abrazo enorme.
Hola Bruno, me gustó mucho tu historia, el humos y alegría, realmente lo disfruté, saludos. Patricia F.
ResponderEliminarGracias, Patricia. Gracias a tu comentario considero el reto superado.
EliminarUn saludo.
Wow, Bruno. Los has puesto a todos, jo, jo, jo. Menuda escena tan disparatada y acertada que te has sacado de la manga. El viejo gruñón no pudo más que reblanceder sus pretensiones por unos colegas que solo quieren ver la felicidad en la gente.
ResponderEliminarMagnífico relato, Bruno. Me ha encantado.
Un fuerte abrazo!
Muchas gracias, Pepe. Estoy muy contento por la acogida que está teniendo mi relato. Disparatado, como bien dices, y cargado de humor, para dejar un buen recuerdo en los compañeros del Tintero.
EliminarMuchas gracias de nuevo. Te mando un fuerte abrazo.
Ese elenco de figuras no podía dejar a los niños sin Papá Noel. Me ha gustado la trama, original y bien llevada a través del diálogo y esos mensajes.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola, Albada. Pues no puede haber una Navidad sin Papá Noel. Menús mal que los genios de la ilusión, ayudados por una buena cantidad de cartas, hicieron el milagro.
ResponderEliminarHe de comentarte que los mensajes han sido un cambio de última hora pues blooger no me ha respetado las tipografías y he tenido que inventar esta solución.
Un abrazo enorme.
Todo un alegato, en medio de esta reunión de genios, magos y reyes, en favor del hermanamiento de los pueblos y la diversidad cultural. Me ha gustado mucho la intención del relato en medio del derroche de magia e ilusión que desprende la historia. Todo un acierto. ¡Mucha suerte!
ResponderEliminarGracias, Matilde. La ilusión es universal, propio del ser humano, que no entiende de raza, sexo o religión. Nos puede ilusionar cosas distintas pero el brillo en los ojos que provoca será siempre el mismo.
EliminarMe alegra que te haya gustado mi reunión de genios.
Un abrazo.
Un relato ecuménico, en el que has aglutinado de manera desprendida, desinteresada e informal EL HERMANAMIENTO Y FRATERNIDAD entre nuestras singularísimas y cultas regiones de España. Me pareció tierno, naif, infantil, catequético.....y puedo seguir poniendo entrañables adjetivos [¡¡¡¡¡¡¡ y todos serían ciertos!!!!!!!] pero Te Doy Las Gracias.
ResponderEliminarFELICES FIESTAS MUCHACHO.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ P o r t o v e n t o l e r a m e n t e ...
JUAN
¡Vaya, Juan! Soy yo el que te doy las gracias a ti por tu comentario. Mr alegra que te haya provocado tales sentimientos. No puede haber mejor premio para el esfuerzo que me ha llevado darle forma a esta reunión de genios de la ilusión.
EliminarMuchas gracias, Juan, de corazón.
Un abrazo enorme.
Un reparto de lujo, Bruno, el que has aglutinado para esta entretenida y divertida historia. Aúnas leyenda, mitología y tradición en este cuento de navidad tan original en el que los niños de todas partes salen en auxilio de Papá Noel para que no deje de visitarles con sus renos como todos los años. Bonito cuento de navidad. Me ha gustado.
ResponderEliminarUn abrazo y suerte en el tintero.
Hola, Carles. Como muy buen comentas, son realmente los niños quienes sacan a Papá Noel del foso en el que se haya metido. No quieren regalos; necesitan la ilusión de esos días tan especiales.
EliminarDe paso, junto a todos los genios de la ilusión, pues todos son uno y no tienen nacionalidad ni credo, siendo la suya la Lengua del corazón.
Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo enorme.
Muy bonito, Bruno. Comparto tu punto de vista: Papa Noel debe de estar desilusionado con esta sociedad tan descreída, obnubilada por el consumismo y la tecnología. Pero, necesitamos el calor de la familia y los amigos para amparar nuestra zona de ilusiones y encontrar lo mejor de nosotros mismos.
ResponderEliminarMuchas felicidades para vos.
Eso es Beba. Vivimos en una sociedad consumista, en la que todo tiene fecha de caducidad (bien corra, además) y si no es por la ilusión con la que se entregan y recogen estos regalos, ¿qué quedaría? ¿Cuál sería nuestra excusa? Deberíamos tomar como propósito de año nuevo el ser mejores personas no sólo en Navidad sino los 365 días del año.
EliminarMuchas felicidades.
Hola, Bruno. No falta nadie en la historia. Están todos los que son y son todos los que están. Original propuesta la tuya. Estoy totalmente de acuerdo con el mensaje acerca de la tecnología. Cualquier día se nos va de las manos, y si no al tiempo.
ResponderEliminarMucha suerte en el concurso y un saludo.
Hola, Pedro. Me alegra que mi relato te haya parecido original. Están todos los que son, pues había que hacer piña contra el descreimiento de Papá Noel. Menos mal que al final recuperó la fe, ho, ho, ho.
EliminarUn saludo.
Hola, Bruno. Con tu acostumbrada habilidad narrativa y delicioso sentido del humor, construyes un admirable cuento con un elenco estelar de personajes, aunando con maestría fantasía y etnología navideña.
ResponderEliminarSuerte en el Tintero
Un abrazo
Hola, Paco. Me alegea que pienses así de este escritor novato. Son muchas las vueltas que les doy a mis relatos para que queden lo más redondos posible. Que no se pierda la magia y la ilusión, con independencia del lugar donde vivamos. Un abrazo.
EliminarHola Bruno. Has hecho desfilar ante nosotros a la mayoría de personajes que se encargan de llevar regalos a los niños, casi todos relacionados con la navidad, acercándonos tradiciones de otros lugares, algunas de las cuales no conocía. Santa Claus se ha declarado en huelga, desilusionado por el comportamiento de los niños modernos, y no faltan voces para hacerlo entrar en razón. Para el bien de la Navidad, entre todos han conseguido persuadirlo. A destacar el contrapunto femenino al personaje navideño, la discreta señora Claus, que pone el toque de cordura al caprichoso comportamiento de su marido. Y no se me ha escapado el guiño a la saga Zomblince, de grato recuerdo para quienes te seguimos desde hace tiempo. Un relato muy divertido. Mucha suerte y un abrazo.
ResponderEliminarHola, Jorge. ¡Pues fíjate que buen puñado de genios de la ilusión me he agenciado en esta ocasión! El descreído Papá Noel se ha declarado en huelga, menos mal que sus compañeros, que la ayuda de un buen lote de cartas, lo hará entrar en razón. ¡Y qué paciencia la de la señora Claus! Que por cierto, no he conseguido encontrar cuál es su nombre de pila.
Eliminarme alegra que hayas encontrado el huevo de Pascua en la forma de ese videojuego de la saga Zomblince. Como siempre, yo y mi mundo de ficción. Je, je, je.
Un abrazo enorme.
Hola, Bruno. Cómo he disfrutado con este auténtico Cuento de Navidad que es magia. La idea me parece que no ha podido ser mejor, reunir a la mayoría de quienes traen felicidad (o relagos). Te agradezco que te hayas acordado de Olentzero por lo que me toca porque espero que un año más se acuerde de mí. El formato también me ha gustado: juntarles en charleta, las cartas de los niños, y avisar sobre la identidad de los personajes de los que alguno no conocía. Me da que este es de los trabajos que te dejan contento al terminar. Estupendo relato. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Isan. No hay mejor premio para mi relato que vuestras muestras de apoyo. Espero que Papá Noel no me coja tirria por haberlo acusado de descreído y gruñón, aunque si así fuera no dudo que la señora Claus estará ahí para interceder por mí, je, je, je.
EliminarEstoy muy satisfecho con el resultado. El montaje de las cartas ha sido una idea de última hora pues blogger no me reconocía las tipografías en según que soporte, así que me decidí por trabajarlos en fotografías. En cuanto a acordarme de Olentzero... ¿Cómo lo podía olvidar en una reunión de genios de la ilusión?
En fin. Te agradezco un montón tus palabras. Un abrazo enorme.
Hola, Bruno. Divertida historia o cuento navideño desde el lado de los actores de la misma. Por lo que veo en la anotaciones no te has dejado a nadie en el cast y es de agradecer dado que había alguno que me sonaba pero de lo más lejano. También me parece un acierto por tu parte la inclusión de cartas tipo manuscritas que le dar el toque efectista de convencernos de su veracidad, el mismo que hace cambiar de opinión a Santa.
ResponderEliminarMenos mal que ya no escribo ese tipo de cartas porque si llegas a publicar una mía me sacarías más colores que al arcoíris. 😂😂
Saludos y suerte. 🎅🏼🖐🏼
Hola JM. ¿Has visto que buena reunión de genios de la ilusión he convocado para mi relato? Me pareció importante añadir ese pequeño dramatis personae para facilitaros la lectura. Por otro lado, como ya he comentado a algún compañero, las cartas fueron un recurso de última hora pues blooger no reconocía algunas tipografías.
EliminarY ya que hablas de tus cartas, ¿podríamos usarlas en una posible revisión del relato?
Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo enorme.
Hola, Bruno. ¡Me encantó tu relato!, me resultó simpático y nostálgico a partes iguales.
ResponderEliminarTambién me pareció muy divertida la idea de que todos los personajes, de diferente culturas y festividades se conocieran y apoyaran entre sí.
Y por supuesto, si bien los regalos los dan los padres, Papá Noel es el encargado de plantar la ilusión en los niños.
¡Gracias por traernos tan bello relato!
Un saludo y suerte en el tintero.
Hola, Cynthia. He convencido a un buen puñado de genios para que acudieran en mi ayuda. Tienen como fin único esparcir la ilusión y hablan entre sí con la lengua del corazón.
EliminarMe alegra que te haya gustado. No puede haber mejor premio.
Un saludo.
Bueno, el mensaje final con el que me quedo, es que los regalos son lo menos importante de la navidad y que la ilusión y la generosidad son las que han de prevalecer. ese Moroz, juro que no tiene nada que ver conmigo.:)
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, Francisco. ¿Qué importa que los Reyes o Papá Noel te traigan los calcetines más horrendos del mundo si lo hacen con ilusión? Je, je, je.
EliminarMuchas gracias por pasarte por aquí, amigo.
Un abrazo enorme.
No me extraña la bajada de ánimo de Santa, pero en la infancia todavía queda un poso de ilusión y no se debe perder.
ResponderEliminarEntrañable cuento, Bruno, un saludo y Felices Fiestas.
Claro, Ángel. Tenemos que proteger esa ilusión, más si cabe en estos tiempos de pandemia que tanto socaban nuestros ánimos.
EliminarMe alegra que te haya gustado mi cuento.
Un abrazo enorme y felices fiestas.
Reunion de regaladores. ahora nos enteramos de que lleva años en huelga el mayor de todos, el mas universal. avergonzado y con buen criterio vuelve.
ResponderEliminarbuen dialogo , agil y multiparticipativo.
original propuesta.
estaba revisando los textos para mandar el mail y pensaba que habia leido todos y éste no.
saludos aabrazo y suerte
Hola, Gabiliante. Pues ya ves la reunión de genios que he convocado para el concurso. Menos mal que el uraño Papá Noel ha recapacitado.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
Hola Bruno, en tu relato participan todo el elenco de protagonistas de estas fechas. Al final el cascarrabias de Santa se sale con la suya y se ofrece a repartir regalos e ilusión.
ResponderEliminarGracioso texto el que nos ofreces
Un abrazo
Puri
Hola, Puri. Pues sí, aunque Santa está reticente, entre sus compañeros de ilusión y las peticiones de los niños del mundo consiguen devolver al cascarrabias el espíritu perdido.
EliminarUn abrazo enorme y gracias por comentar.
Hola Bruno, con el buen hacer al que nos tienes acostumbrados, he sido espectador de la conversación entre personajes de navidad más crispada de la historia, y con ella lo he pasado bien recordando las imaginerías infantiles, que todo niño barrunta en estas fechas, me ha encantado leerte¡¡ felices fiestas y suerte en el tintero¡¡¡
ResponderEliminarHola, Mik. No puede haber mejor premio para mi relato que tus palabras. Y si he conseguido devolverte por unos instantes a la infancia, tan lejos de estos momentos oscuros que vivimos, pues mejor que mejor.
EliminarUn abrazo enorme.
Hola, Bruno!! Me ha emocionado tu cuento, qué bonito es!! qué idea tan buena has tenido de unir a todos estos personajes que dejan regalos a lxs niñxs. Un abrazo y Felices Fiestas!!
ResponderEliminarAh! y los fragmentos de cartas están geniales :D y todo un detalle que pongas al final quiénes son todos los personajes que participan en el cuento. Enhorabuena!!
EliminarHola, Cristina. Me alegro un montón que te haya gustado mi reunión de la ilusión. Hay que unir fuerzas, sobre todo en estos tiempos tan difíciles, y estos genios magníficos no van a ser menos.
EliminarCómo ya he comentado, las cartas fueron una idea de última hora pues blooger no reconocía algunas tipografías. Y ese anexo de personajes es una pequeña ayuda para vosotros, para que no tengáis que bucear en Google.
Un abrazo enorme.
Te deseo que pases una ¡FELIZ NAVIDAD!
ResponderEliminarSaludos desde Salamanca.
Igualmente, Villa. Felices fiestas y buena entrada de año.
EliminarHola Bruno, vaya que he aprendido nuevas cosas con tu escrito, un relato que nos invita a valorar las tradiciones y rescatarlas para recuperar las ilusiones de los niños en el mundo. Gracias por ese regalo. Abrazos virtuales desde Venezuela
ResponderEliminarHola, Perlas. Mientras que hay tradiciones que nunca deberían haberse establecidas, hay muchas otras que deberíamos conservar como el mayor de los tesoros, y creo que llenar la vida de los niños de ilusión, magia y fantasía es una de ellas.
EliminarGracias por tus palabras.
Muchos abrazos desde España.
Hola Bruno, una excelente recopilación de personajes navideños y alguno que otro regalador de sueños como lo es el ratoncito Pérez, ja, ja.
ResponderEliminarMe ha gustado lo variado de tu relato, esa camaradería entre ellos y ese Santa que aunque lleva mucha razon, aun hay niños que juegan con juguetes y los esperan con ansias, así que bien hecho por todos para poder seguir alegrando a esos niños, y aunque ya casi ninguno crea en Claus, siguen soñando con él de alguna manera.
Entretenido, y además didáctico. Hay engaños que no dañan y creo que este sobre los regalos navideños es de esos.
Feliz fin de año Bruno y que el 2022 nos depare mejores cosas. Un abrazo.
Hola, Harolina. ¿Te ha gustado la cantidad de genios que he podido reunir en una casa tan pequeña? Y todos con el noble fin de evitar la pérdida de la ilusión en fechas tan entrañables.
EliminarOjalá no quedara nunca un niño sin su regalo como defiendo en mi relato pero creo en la magia, y tarde o temprano haremos un mundo en el que así sea.
Un abrazo enorme y buen entrada de año.
Felicidades por esa mención tan bien merecida para tu excelente trabajo, Bruno.
ResponderEliminarFeliz Noche Vieja y que te posean muchas musas el próximo año. Abrazos
Muchas gracias, Carles. El apoyo de la comunidad con este relato es imposible de pagar.
EliminarBuena entrada de año cargada de buenos relatos.
Un abrazo enorme.
ENHORABUENA, BRUNO, POR ESE OCTAVO PUESTO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
FELIZ AÑO
Muchas gracias, Paco. El apoyo de la comunidad es el mejor premio.
EliminarUn abrazo y feliz año.
Por aquí ando con retraso para felicitarte por tu estupendo puesto con el maravillo cuento que nos regalaste, Bruno. ¡Enhorabuena y Feliz año, Bruno!
ResponderEliminarHola, Tara. Muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo enorme y buenas fiestas.