Nota: Imagen base extraída de Pixabay
Una vez fuera de la astronave, anduvo
hasta colocarse en el centro exacto de la plataforma de bajada, como estaba
estudiado, y abriendo los brazos hacia la masa expectante, entonó para ellos sus
aullidos, ladridos y jadeos más exquisitos, proclamando a la humanidad un
sincero: «Venimos en son de paz». Y para subrayar tan excelsos deseos de buena
voluntad, ofreció a los congregados una pieza de orfebrería delicadamente
trabajada que simbolizaba la llave con la que los terrícolas podrían abrir las
puertas de su mundo. La reacción no se hizo esperar.
–¡Es un ser de lo más
agresivo, señor –transmitió al centro base el
capitán del destacamento que debía cubrir el primer encuentro alienígena, subiendo
el volumen de voz para imponerse a los gritos histéricos de los civiles en
desbandada–. Aúlla y gruñe como un perro
rabioso, y ahora nos apunta con una extraña arma!
»¡Espero órdenes!
–Fuego a discreción en tres,
dos, uno…
B.A.: 2019
Los terrícolas siempre tan ignorantes. Solo hay que ver lo que están haciendo con su propio planeta, que es su único sustento.
ResponderEliminarSi no lo has hecho ya, deberías decirle a David Rubio que este relato forma parte del reto.
Un abrazo y que pases unas felices vacaciones.
Nos leemos a la vuelta.
Siempre es un honor tenerte por aquí, Josep. Como bien apuntas, los humanos somos unos ignorantes que estamos destrozando el hogar en el que vivimos.
EliminarAcabo de enviarle a David el enlace para que forme parte del primer microrreto, seguro que lo cuelga en cuando tenga un huequito.
Un saludo y buen verano.
¡Ahhhh! En momentos como estos se echa en falta la facilidad para hablar diferentes idiomas.
ResponderEliminarUn abrazo Bruno.
Eso es Francisco, o el traductor universal de Star Trek, je, je, je.
EliminarOtro fuerte abrazo.
Hola Bruno,
ResponderEliminarTu micro es un excelente ejemplo de lo que ocurre cuando interpretamos lo que los demás hacen o dicen según nuestros propios patrones de conducta o intención. Si se trata de entenderse con los demás, humanos o extraterrestres, hay que tener un poco de paciencia y bastante más capacidad empatía :)
¡Un abrazo de verano!
Empatía. Esa es la palabra, Julia. Queremos entenderlo todo según nuestros propios patrones, reaccionando con miedo y agresividad ante lo incomprensible.
EliminarUn abrazo y buen verano.
Hola, Bruno: Muy buen micro. Buena síntesis. No sólo hay que ser bueno y parecerlo, sino conocer los códigos del interlocutor. ¡Cuántas veces actuamos "de buena fe" y lastimamos por ignorancia o soberbia!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Beba. Hay que esforzarse por comprender la naturaleza del interlocutor, pues corremos el riesgo de provocar más mal que bien.
EliminarUn abrazo.
Coincido con esta ácida y realista crítica hacia los humanos, incapaces de desconectarse del egoísmo que los consume y los confunde. El despertar de la conciencia humana se hace tan necesario como cualquiera de sus necesidades vitales, o de lo contrario, nos va a costar siglos de karma o de lastre.
ResponderEliminarLa jaula del hámster dando vueltas absurdamente tras esa zanahoria imaginaria no nos sirve ya, debemos dar ese salto cuántico y comprender el autoengaño en el que estamos atrapados por el sistema.
Me encantó el mensaje, querido Bruno y también como lo has sintetizado con ese arrollador final.
Un abrazo enorme.
El egoísmo que nos consume y confunde... No hay mejor forma para definir al ser humano. O cambiamos el chip, o nos extinguiremos consumidos en nuestro propio jugo.
EliminarUn abrazo enorme.
Hola Bruno. Muy bueno lo tuyo compañero, se te dan bien los CIFIS Ehhh? y con la dificultad añadida de contar mucho en pocas palabras.
ResponderEliminarSi ya hay diferencias culturales y educacionales entre personas del mismo planeta, me imagino las piruetas que habría que hacer para entendernos con los de fuera, o ellos con nosotros. Creo que Julia nombró la falta de empatía, y así es.
Que tengas un veranito estupendo Bruno, o lo que queda de él.
Hago lo que puedo con la ciencia ficción, Tara. Tengo predilección por ella, y me gusta trabajarla. Por lo general la uso como telón de fondo ante el que colocar personajes y situaciones que poco se diferencian del "mundo real", aunque no creo que podamos descartar por inverosímil un encuentro alienígena. Y si finalmente se produce, vamos a necesitar varios kilos de empatía.
EliminarUn saludo y buen verano.
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ResponderEliminarSe me quedó en el tintero que cuando se conquista tierras ajenas en nombre de lo que sea, casi siempre se esgrime, inicialmente, buena voluntad. En nombre de Dios y los Reyes Católicos, se invadieron tierras americanas. Por este archipiélago canario también a golpe de cruz e hisopo. Ladridos y gruñidos encubiertos de aparente buena voluntad.
EliminarSupongo que no va por ahí tu historia,Bruno, pero...ha dado para reflexionar.
Tienes mucha razón en lo que dices, Tara. La buena voluntad ha provocado mucho daño a lo largo de la historia de la humanidad, independientemente del dios o de la bandera que se esgrimiera. En nosotros está aprender de los errores.
EliminarHola Bruno, un gusto conocer su blog.
ResponderEliminarEl relato me ha parecido muy original y preciso en su contenido, da que pensar y reflexionar.
Al leerlo, me hizo pensar en este enunciado, "Por más vueltas que le des a un asunto, si las mentes están prejuiciadas, entenderán lo que ya en sus mentes vislumbraron".
Viendo el relato desde otra perspectiva diferente a la de mis compañeros, le doy el beneficio de la duda a la raza humana, y atribuyo su hostilidad a ese temor que llevamos tan arraigado, de ser invadidos por seres superiores y mejor preparados, a ese miedo intrínseco a la muerte, al no conocer los misterios y la realidad de la vida.
Hay una frase que reza así: "Cuando la mente no está bloqueada, el resultado es la sabiduría".
Y tengo una que dice: En la sintonía que estés, en esa misma sintonía, escucharás la melodía. Ambas le van bien a la sintesis del relato, me ha gustado todo lo que él encierra.
Felices días Bruno.
Hola Harolina. Un placer tenerte por mi pequeño rincón literario.
EliminarMe gusta el que veas a la humanidad como "esclavo" de sus miedos, y por ello debe aprender a sintonizarse con lo desconocido, para así escuchar la melodía, como tú bien has apuntado.
Un abrazo enorme.
Como escribía en mi comentario al micro de la compañera Ana Palacios: "Homo sapiens sapiens, dicen... ¡Ya!"
ResponderEliminarLos compañeros han hecho referencia a los prejuicios, a la falta de empatía, por ahí podrían ir las cosas.
Magnífico micro que me encantaría llegara a ser de medio-ficción sólo: NO por la trascendencia que tendría el contacto entre humanos y extraterrestres, y SÍ por la errónea interpretación y posterior respuesta equivocada e inaceptable que describe el relato.
Compañero Bruno, deseo que estés disfrutando de un verano maravilloso.
Te envío un fuerte abrazo.
Lamentablemente, amigo Patxi, creo que si alguna vez la humanidad llegara al entendimiento entre ellos mismos (dejo a un lado el contacto con seres extraterrestres) sólo sería un sueño, o un relato de ciencia ficción.
EliminarAl hombre le queda aún mucho que andar, y espero que no fallezca en el camino.
Un abrazo enorme, amigo. Y buen verano.
ResponderEliminarEs un micro fascinante.
Me dejas pensando en lo que lo belicoso que somos.
Saludos
No somos una raza pacífica, desde luego que no.
EliminarGracias por pasarte por mi pequeño rincón, Alonso. Un saludo.
Hola, Bruno.
ResponderEliminarAl final siento la necesidad de comentar vuestros relatos, así que aquí estoy dispuesta a reconocer que me parece un relato duro, triste, pero muy real.
Como dijiste en tu comentario, los dos ponemos de manifiesto la arrogancia e ignorancia del llamado homo sapiens.
Deseo, como bien dices, que no desfallezcamos y sigamos caminando hasta ser merecedores de llamarnos humanos.
Un fuerte abrazo.
Hola Ana. Ante todo gracias por pasarte y comentar.
EliminarComo muy bien dices, no debemos desfallecer y seguir luchando por ser humanos, sacando lo mejor posible de nosotros.
Un abrazo fuerte.
El miedo y la desconfianza son de las reacciones más básicas y primarias del ser humano, y si hablamos de estamentos que podríamos considerar, por decirlo de forma suave, poco evolucionados, como el militar, podemos llegar a situaciones como la que planteas en tu micro, una reacción visceral carente del más mínimo análisis. Así somos, que le vamos a hacer. Aunque se trata de un relato de ciencia ficción, veo cierta crítica a lo que ocurre en nuestro propio mundo en la actualidad. Un abrazo y feliz verano, Bruno.
ResponderEliminarEfectivamente, Jorge. Una crítica al mundo que construimos con cada una de nuestras decisiones, por muy pequeñas e insignificantes que creamos que son. Nos da miedo lo distinto, lo desconocido, reaccionando de forma visceral. ¿Aprenderemos alguna vez?
EliminarUn saludo y feliz verano.
me gustan bruno los textos cortos y claros mi admiración por vos
ResponderEliminarSiempre quiero ser lo más concreto y exacto en mis relatos, evitando perderme (y perderos) en descripciones inútiles.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por comentar.
¡Muy bueno, Bruno!
ResponderEliminarLe encontré varios mensajes reflexivos, para estudiar y tener en cuenta; Las distorsiones hacen apto de presencia en las comunicaciones del extraterrestre con los humanos, si bien fueron honestas debió antes estudiar las personalidades aún básicas del humano y este, debió aprender algo mejor la intuición. Por ambas partes, falta aprendizaje.
Un gusto leerte.
Saludos:)
Efectivamente Mila, la falta de aprendizaje es una de las principales reflexiones a sacar de este microreto. Debemos ir más allá de lo dictado por nuestro instito irracional, pero siempre nos quedamos a mitad de camino.
EliminarUn gusto ser leído.
!Bellisismo microcuento! es increible como cuentas historias tan bonitas de ciencia ficción.
ResponderEliminarMala interpretación. Las palabras están sometidas a muchas interpretaciones, una especialidad en los humanos.
Saludo
Gracias por tus palabras, Yessy. Solo intento trasladar situaciones reales a un escenario imaginado... o no tanto, pues lo narrado no puede ser muy distinto a lo vivido durante la llegada de Colón a América, o de las relaciones entre investigadores y las tribus del Pacífico... Una historia cien veces vivida y de la que no hemos aprendido nada.
EliminarUn saludo enorme.
A través de la ficción nos muestras uno de los grandes defectos del ser humano: la incomunicación. Como no entendemos, el ego salta y se siente ofendido, entonces recurre al mecanismo de "dispara primero y pregunta después.
ResponderEliminarMuy bueno el texto, Bruno, me gustó.
Saludos desde Buenos Aires.
La falta de comunicación y el rechazo al aprendizaje de muchos de nuestros "compatriotas" han provocado cientos de situaciones parecidas a la que nuestro en este pequeño relato. Un error que somos incapaces de solucionar, lamentablemente.
EliminarUn saludo para Buenos Aires, Mirella
¡Hola Bruno!
ResponderEliminar¿Qué tal ese verano? Yo, ya ves, aquí vuelvo para leer el relato que tú dejaste como postre antes de las "vacas". Y claro, como ya sabes, a mi, estos "cuentecitos" siempre me dejan una sonrrisilla... Ya lo hemos dicho muchas veces: la CiFi es más ciencia que ficción, ja jaaa. Y es que me estoy imaginando esta misma escena que tú planteas, de mil maneras en nuestra propia y actual realidad. Si ir más lejos, a nuestros políticos, que claramente hablan idiomas distintos e incomprensibles de unos para otros, je.
Pero bueno, mejor no hablar mucho de ellos, pues les engorda.
Y bueno, que por aquí sigo, amigo. Aunque de momento me resulte super complicado continuar con mi blog, no renuncio a pasarme de vez en cuando por aquí. Hasta otra, un fuerte abrazo, colega
Todo un gustazo tenerte de nuevo por aquí, Isidoro. Espero que hayas podido cargar un poco las pilas durante el verano, y espero que te sobre algo de energía para regalarnos uno de tus fantásticos relatos, que sin ellos internet está muy aburrido.
EliminarOjalá este relato no fuera más que ciencia ficción pero, cambiando levemente el escenario, nos encontramos con una situación mil veces vividas. Y de nuestros políticos mejor no hablar, que si no van a creerse que son indispensables.
Un abrazo enorme, amigo.