A
los diecisiete años perdí mi identidad. Me convertí en un símbolo, la Doncella de Rosette,
sucesora de una larga tradición de campeonas a las que las sacerdotisas del
templo han entrenado desde los albores de nuestro pueblo guerrero para dar caza
al unicornio la última luna llena de cada año.
Generación tras generación, las Doncellas hemos
atraído con nuestra pureza al desconfiado animal, seduciéndolo con cantos y
palabras de amor hasta vernos reflejadas en sus glaucos ojos de naturaleza
primitiva. Sólo entonces, tras disculparnos por lo inevitable, comienza un
enfrentamiento de igual a igual, mujer contra bestia, pues ésa es la única
forma en que Épona, la Pelirroja , permite
que se le arrebate a uno de sus hijos, nacidos del cálido aliento de la diosa
una noche de plenilunio.
Llevo veintiocho años como Doncella de Rosette. El
brazo me resulta demasiado pesado sin las fuerzas que da la juventud y mi
cuerpo ha perdido su seductora lozanía, cruel reflejo del impasible paso del
tiempo; ya es hora de que otra muchacha pierda su identidad y me suceda.
Un rayo de luna queda atrapado en el cuerno de la
bestia. ¡Que de comienzo mi última cacería!
B.A., 2.016
Saludos Bruno, fantástico tu relato. La verdad que no sólo la edad debe generar ese deseo de última cacería, no está fácil ser una Doncella de Rosette. Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminarLlevas toda la razón; no debe ser fácil ser la Doncella de Rosette. Muchas gracias por tu comentario, Mery.
EliminarTe comento este relato después de haber leído El valor del unicornio (cómo los has publicado seguidos no me he dado cuenta de que me había saltado uno hasta haberme leído el que menciono)
ResponderEliminarLos dos giran en torno al tema del unicornio, su caza y posterior consumo. Podrían ser uno continuación del otro. “La última cacería”, un tema que siempre me ha resultado atractivo, presentado aquí desde el punto de vista de esa doncella-guerrera a punto de dar el relevo. Has hecho un relato de un instante, ese en el que la doncella se prepara para la lucha y que culmina con el rayo de luna capturado por el cuerno del unicornio. Es un buen relato mitológico-fantástico, sin embargo, como nos lo has presentado junto al otro, he de decirte que me quedo con “El valor del unicornio”, quizás por su frescura, su originalidad, sentido del humor y forma.
Mucha suerte Bruno y un abrazo
Te comprendo, compañero. Reconozco que también tengo predilección por el de Solrak y su carnicería. Más fresco, como tú bien dices; más sinvergüenza, al estilo de los relatos del Mundodisco.
EliminarUn saludo.
Qué cosas, me ha pasado como a Isidoro, y me he leído los micros en el orden inverso jaja. Pero bueno, analizando el texto que nos ocupa sin tener ese detalle en cuenta, aquí me he acordado (eso sí, no recuerdo gran cosa del argumento), de la película "Legend" por el tema del unicornio y el toque de misticismo que no deja de llevar impreso el tema de la lucha con dicho ser fantástico.
ResponderEliminarEs cierto que al tener dos micros para el concurso, y si hay que elegir, yo también elijo el otro al igual que tú y Isidoro. Pero bueno, la suerte es poder disfrutar los dos jeje. ¡Un saludo!
Legend, Cristal oscuro, Willow (esa aventura encubierta del Señor de los anillos),... Han sido muchas las películas que estimularon mi imaginación durante mi niñez, y a todas y cada una de ellas rindo homenaje en estos textos.
EliminarUn saludo y gracias por comentar.
Me ha gustado mucho Bruno, un ciclo inevitable el que nos sucedan.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo y suerte!
Muchas gracias por pasarte por comentar.
EliminarUn saludo.
Me ha gustado mucho tu relato, Bruno. El paso del tiempo es algo que nadie puede evadir, y tarde o temprano otras generaciones tomarán el relevo. Aunque si soy sincero, he de decir que el otro relato me ha gustado más, por el diálogo, que me ha resultado muy fresco y desternillante ; )
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente, amigo Ramón. El valor de un unicornio es más fresco, como tú bien dices, más sinvergüenza. También yo le tengo un especial cariño. Un saludo.
EliminarSin duda un gran relato amigo; a mí nunca se me hubiera ocurrido algo tan bello y a la vez significativo a la hora de hablar del paso del tiempo. Mucha suerte, esperemos que las Doncellas del Rosette, a parte de saber cazar unicornios también puedan ganar el concurso. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y tus ánimos. Un saludo.
EliminarHola, Arecibo :) Qué lindo, espero que La Doncella de Rosette lo consiga antes de que la sucedan, pero que no lo lastime que son hermosos. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
Eliminar¿Será para ella una liberación?
ResponderEliminarSupongo que duele que alguien te suceda, pero también es hermoso recuperar tu identidad.
Un abracico, Bruno.
Estoy contigo en que a la Doncella le gustará volver a ser ella misma.
EliminarUn saludo y gracias por comentar.