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viernes, 9 de noviembre de 2018

Tres generaciones



Nota: Imágenes extraídas de Pixabay y de Estudio 1 (RTVE.es).


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–Estrella... ¿Qué pintas son esas que llevas?
–Abuela, voy disfrazada de la Catrina, una tradición del Día de Muertos de México.
»He quedado con mis amigas para almorzar, y de paso celebraremos Halloween.
–Jálogüin… ¡Valiente mamarrachada! Nada más que sangre y dráculas y cosas por el estilo. ¿Dónde quedó nuestro Día de los Difuntos? Cada vez son menos los que van al cementerio a visitar a sus seres queridos; es una pena cómo ha cambiado todo... ¡Si ni siquiera se comen ya castañas asadas ni huesos de santo!
»¡¿Y el Tenorio?! ¿También nos hemos olvidado de Don Juan Tenorio y Doña Inés?
–El Tenorio… ¿En serio, abuela? Qué antigua eres.
»Eso ya no se lleva.
–¡¡Anaaa!! ¡Mira lo que me está diciendo tu hija! Ahhh, si hubieras nacido en mi época... A tu edad ya llevaba diez años tu madre en el mundo, y yo trabajaba a destajo en la conservera de aceitunas para llevar cuatro pesetas a casa.
»Un escarmiento bien grande es lo que necesitáis, y no tanta tontería.
–¿Qué te pasa ahora con la niña, mamá?
–Que me ha faltado al respeto, eso es lo que me pasa. Si hubiera más mano dura otro gallo nos cantaría, pero como ahora todo son traumas…
–¡Deja a Estrella que se divierta, mamá! Ya tendrá tiempo para casarse y tener hijos.
–Tiene veintinueve años…
–Son otros tiempos.
»Y tú no vuelvas tarde. ¿Estamos?
–No te preocupes, mamá. Te llamo cuando salga de la fiesta.
–Llevarás cargado el móvil esta vez. ¿No?
–Sí, mamá… ¿No se te olvidará nunca?
–Anda. Vete ya y diviértete mucho.
»Te quiero, cariño.
–Y yo a ti. Y a ti también, abuela… ¡Mua! Aunque seas tan carca.
–Encima me llama «carca», la desvergonzada…
–Deja a la niña, mamá. Las cosas no son como antes.
–¡Por supuesto que no! Con tu edad estaría en el cementerio, ayudando a mi madre a limpiar las lápidas de la familia y rezando por ellos.
–Claro que sí, mamá, mientras papá se gastaba lo que habías ganado en la conservera en la tasca del pueblo…
»O comprándole vestiditos a la Manuela.
–¡No te consiento…!
–¡¿Qué es lo que no me consientes?! ¿Acaso has olvidado ya el infierno que nos hizo pasar?
–Pero hija…
–Y ahora me saldrás con que lo único que importaba era mantener unida a la familia, por muchas palizas que nos diera… A pesar de la vergüenza que nos hacía pasar todos los domingos y fiestas de guardar cuando le daba la paz a esa fulana delante de nuestras narices, para choteo y disfrute de todo el pueblo.
»Si callé entonces fue ti, pero ahora no lo haré.
–Tu padre lleva muerto ya casi veinte años; creo que ya va siendo hora de que le perdones.
–No lo haré mientras viva.
»Te has arreglado… ¿Vas al cementerio?
–Por supuesto.
–Anda, espérame un momento a que coja las llaves del coche. Está diluviando y no quiero que te enfríes.
–Gracias hija.
–Pero no me pidas que entre a verlo.
–Descuida… Esta noche ponen al Tenorio en la tele. ¿Te apetecería…?
–No me lo perdería por nada. A ver, como era… «¿No es verdad, ángel de amor, que en esta apartada orilla…?»
«¿…más pura la luna brilla y se respira mejor?». Te quiero, hija mía.
–Y yo a ti, mamá.

B.A.: 2018

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13 comentarios:

  1. Nos traes Bruno una historia de contrastes, entre lo nuevo y lo viejo, entre un mundo que conserva sus tradiciones y otro que las pierde o las cambia por costumbres nuevas, entre la vida de resignación de una mujer maltratada y otras mujeres que no están ya dispuestas a aguantar esas cosas. Y todo con la excusa del día de los muertos, lo cual habla de tu capacidad de sacar una historia de cualquier cosa que te propongas. Espero que el relato haya tenido éxito en el concurso de Zenda, o lo tenga si aún no se ha fallado. Un abrazo.

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  2. Hola Jorge. Te cuento un poco cómo ha sido el desarrollo de este relato.
    Suelo presentarme a la mayoría de los concursos que llegan a mis manos simplemente porque me "obligan" a pensar sobre temas a los que no estoy acostumbrado. Si después ese relato llega a rozar las posiciones más elevadas pues mucho mejor, aunque esa no sea la principal razón de su existencia.
    Del Día de Muertos mejicano sólo tengo la visión que me ha llegado a través de películas como El mexicano de Robert Rodríguez, Coco o Spectre, esta última de Sam Mendes y en la que creó para James Bond un desfile inexistente que, curiosamente, se ha convertido en tradición (al menos eso tengo entendido). Por eso, como tenía que incluir la palabra "México" en el relato, decidí trasladar un trocito de ese país a nuestro Día de Difuntos, surgiendo esta historia que habla del presente, del pasado y del futuro a través de tres generaciones tan dispares, cada una de ella con su particular forma de vida; con sus encontronazos y sus similitudes.
    Esta semana conoceremos el resultado del concurso. Te tendré informado.
    Un abrazo muy fuerte.

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  3. Es un estupendo relato, Bruno. Has sabido recoger y mostrar a tres generaciones cuya visión del Día de Difuntos es totalmente distinta, aunque eso es solo una excusa para reflejar el distinto modo de encarar la vida según la edad cumplida.¿Quién sabe cómo será cuando nosotros seamos como esa abuelita? ¡Muchísima suerte en el concurso, Bruno! A mi me pasa al revés basta que se requiera alguna temática para que las musas se me vayan a Marte.
    Un abrazo!

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    1. Exacto, David, el Día de Difuntos (Día de Muertos en México) es sólo una excusa para enfrentar tres formas muy distintas de ver la vida. Puede que haya caído en el recurso fácil de la vida de la mujer de postguerra, pero es que fueron muchas las que sufrieron en sus carnes las injusticias y sinsabores de una época muy difícil, y creo que siempre es bueno recordarlas.
      Con respecto al concurso... Lo importante es participar ¿no? Pues eso, que he participado, je, je, je.
      Un abrazo enorme.

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  4. Muy bien narrado, Bruno. Si hasta me las he imaginado. Y te diría que en algunas frases he reconocido a mi abuela.
    Un abrazo

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    1. Gracias Mirna por pasarte y comentar. La verdad es que son muchas abuelas a las que he querido reflejar en nuestra protagonista.
      Un abrazo.

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  5. Por momentos veo a mi madre y a mi sobrina discutiendo, aunque ellas se lo toman con mucho humor y mi madre tiene muy claro que los tiempos han cambiado. A pesar de ello, seguimos sin perder las tradiciones, aunque poco a poco otras ganen terreno.

    Un abrazo.

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    1. Es imposible evitar el choque entre generaciones, ¿verdad David?, y menos cuando son tres las implicadas.
      Es normal que el mundo globalizado en el que vivimos nos traiga nuevas tradiciones que aceptaremos con mayor o menor gusto. En mi infancia fue Papá Noel, ahora se está imponiendo Halloween y recordemos que en una semana se nos echará encima el Black Friday. ¿Alguien sabía qué era eso hace tan solo cinco años?
      Hace poco escuché en la radio, hablando precisamente del Día de Muertos mejicano, que la película de Disney Coco, si bien no era cien por cien fiel a la realidad de esta tradición, había hecho que muchos niños volvieran a montar el altar de muertos en recuerdo de sus difuntos, conviviendo con el Halloween de sus vecinos del norte.
      Un placer como siempre hablar contigo, David. Un abrazo.

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    2. Una de las películas más bonitas que he tenido la suerte de ver!

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  6. Gran idea la que has tenido para este relato al incluir las tres generaciones de mujeres pues lo cierto, es que han cambiado mucho las cosas en muy pocos años. Pero sobre todo, me gusta tu personal estilo, ese acercamiento que haces a base de detalles que a todos nos resultan familiares. Muy bueno lo de "dar la paz en misa a esa fulana". Detalles que, como sin quererlo, nos sitúan perfectamente en el lugar y el momento en que transcurre la acción. ¡Por cierto que, menuda pieza el gachó! Y lo peor es su parecido con muchas realidades.
    Buen trabajo, Bruno. Un fuerte abrazo

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    1. Pues sí, Isidoro, ¡menuda pieza el gachó! Podría decir que es un relato basado en hechos reales, porque casi todas las situaciones que en él retrato las he escuchado por aquí y por allá, reuniéndola en este gachó y en su sufriente esposa.
      Tres generaciones dan mucho juego... ¿Qué ocurriría si añadiéramos una más? El Tenorio nos dirá.
      Un abrazo.

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  7. Un relato genial Bruno! Me ha encantado como vas desarrollando los puntos de vista de las tres mujeres, con sus voces ocultas y sus pensamientos. Hay muchos niveles de lectura superpuestos en el relato, conformando un mosaico que habla de varias cosas a la vez. Eso está genial y consigue que el resultado esté muy logrado. Yo también he participado en concursos de Zenda, es muy difícil ganar. Te deseo mucha suerte, ¡un abrazo! : )

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    1. Es curioso cómo la vida puede ser tan diferente en el transcurso de tres generaciones, ¿verdad?, enfrentándose en el día a día con reproches que no llevan a nada, sólo al dolor. Menos mal que al final vence el cariño y el amor.
      Tampoco he tenido suerte esta vez en Zenda. Como bien dices, es muy difícil de ganar.
      Un saludo.

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