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viernes, 14 de octubre de 2022

Tres oportunidades

Fotos de Pixabay e Internet


–¡Por favor! –suplica desesperado–. Por favor. Esperen un minuto. Luego me iré con ustedes sin causar problemas.

El hombre mira desde el suelo hacia el edificio frontero, atrincherado tras las piernas de los dos municipales que han acudido al aviso de un buen ciudadano. «Hay un mendigo con muy mala pinta delante del colegio Elena Chaparro», dijo y hacia allí se encaminó la pareja, preguntándose si para eso habían opositado al Cuerpo.

–Muchas gracias –dice el hombre transcurrido el tiempo solicitado–. Ahora les acompañaré con gusto.

»Solo quería seguir siendo invisible –apostilla con sus pocas pertenecías ya acomodadas bajo el brazo.

La confesión sorprende a los policías. ¿Un acosador? No lo parece. Estudian curiosos a quien escoltan codo con codo y tras cruzar compenetrados la mirada lo hacen entrar en el bar Paraíso, donde la sargento Fuentes encarga para el mendigo una tostada con York y un Colacao caliente que Pedro, el dueño, prepara no sin cierta reticencia. Sendos cafés con leche aventarán a los municipales el frío mañanero.

–Tiene una oportunidad de explicarnos lo de su invisibilidad. Pero antes desayune o se le enfriará.

Hambriento, el hombre da buena cuenta del festín, sin levantar la vista del plato solo para lanzar una mirada agradecida a sus dos ángeles guardianes. Una vez saciado, el mendigo se cruza de brazos, incómodo y avergonzado, y se lanza a desgranar una historia mil veces vivida, la de un empresario subido a la cresta de la ola que de noche a la mañana sufre el mayor de los reveses en forma de mal negocio. Y desde día cada vez más alcohol en la sangre y menos calor en el hogar, hasta que su esposa da por concluido el matrimonio coincidiendo con la Copa del Rey de hace tres años.

«–¿Dónde has estado?»

«–Mujer. Había que celebrar que el Betis ha pasado a la semifinal.»

«–¿Y se puede saber desde cuándo eres tan futbolero?»

«–La llamada se recibe cuando menos te lo esperas. Jua, jua, jua.»

«–Ernesto. Ese partido fue hace dos días. La de veces que habrá llamado tu hija a los hospitales, buscándote.»

«–Venga, Ester. No te pongas así…»

«–¡Cállate! Cállate, por favor. Ahora que sabemos que estás bien podemos irnos con la conciencia tranquila. Te deseo lo mejor.»

–Tras el divorcio malvivo en la calle gracias a la generosidad del samaritano de turno. Diré en mi defensa que ya no soy esclavo del alcohol; nada le debo pues mucho se ha cobrado.

–¿Y esa «invisibilidad»? –le achucha la sargento.

–Malena, mi hija. El amor de mi vida. Todo se reduce a ella. Estudia en ese colegio y por verla unos segundos aguanto el mal tiempo y los agravios. No sabe que vivo en la indigencia y por eso no quería llamar su atención.

Los municipales poco pueden hacer. «Volveremos si dan de nuevo una queja. Lo entiende, ¿verdad?», pregunta la sargento a lo que el otro asiente, resignado. Ya se marcha del bar, a rebufo de los municipales, cuando la voz imperiosa de Pedro lo llama desde la barra. «¡Oye, tú!».

–¿Es a mí?

–¿A quién si no?

–Dígame.

–No me gustan los vagos…

–Lo siento. Yo…

–¡…pero mucho menos los perdedores! –se impone Pedro con su vozarrón– ¡¡Lucha por tu hija, carajo, si tanto la quieres!!

–¿Cómo?

–Ven mañana. A las 6. Limpio y arreglado. Me importa una mierda cómo lo hagas. Vas a trabajar por lo mínimo que me obligue la ley pero tendrás un sueldo. Te estoy dando la oportunidad de corregir tu vida.

–Muchas gracias. De verd…

–¡Una única oportunidad! Fállame un tanto así –la distancia entre pulgar e índice no permite el paso de un pelo–, y te hecho a patadas.

»Y ahora lárgate.

 

Los meses han pasado y en el hombre apenas queda rastro del antiguo mendigo. Con un préstamo de su jefe, devuelto en forma de horas extra, ha alquilado una pequeña habitación a una hora de distancia y aún así ni un día ha llegado tarde al trabajo. Desde su atalaya puede disfrutar de la visión de Malena, acompañada en más de una ocasión por quien fuera su esposa, pero no es hasta hoy cuando Ester entra en el bar. Nunca sabrá que Pedro ha tejido el encuentro.

–Te veo muy bien, Ernesto.

El hombre da un respingo cuando cruza la mirada con esos ojos color chocolate que tan bien recuerda, siendo incapaz de contener el llanto para sorpresa de la mujer y hartazgo de su jefe.

–¡Sentaos en esa mesa, carajo! Me espantáis a la clientela con tanto drama.

–Gracias –dice Ester a la maciza figura de Pedro.

–Quitaos de mi vista –gruñe el otro, incómodo.

Ya sentados, Ernesto pide perdón por todo el daño provocado. «Lo siento, lo siento, lo siento,…», repite hasta la extenuación a la manera de un mantra y Ester, quien venía con intención de cobrarse una antigua deuda, no puede evitar sentir cómo se le pone blandito el corazón. «Lo que más me dolió es que no lucharas por tu hija», le dice con una pena honda, sin reproche alguno.

–Lo sé –contesta Ernesto, cabizbajo.

–Bien. Está decidido. Mañana verás a Malena. Solo te daré una oportunidad; piensa qué le vas a decir.

Y Ernesto recupera por fin una sonrisa que perdió hacía tres años, con el Betis de nuevo en la semifinal de la Copa del Rey.

 

B.A.: 2022


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65 comentarios:

  1. Muchas gracias, Bruno, por participar con este relato en el homenaje a Fitzgerald. Un abrazo y suerte.

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    1. Muchas gracias a ti por tu trabajo. Un abrazo enorme.

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  2. Buen relato, conciso y afilado. Mucha suerte, saludos.

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    1. Muchas gracias, Guille. Me alegra que te haya gustado
      Un saludo.

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  3. Cuántas pasiones que despierta el fútbol. Una bella historia. Un placer leerte. Abrazos y suerte

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    1. Hola, Nuria. Yo no soy para nada futbolero pero puedo comprender este tipo de pasiones.
      Un abrazo enorme.

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  4. Ay, el fútbol...Qué bien que siempre haya alguien que haga algo por otra persona, y qué bonita historia de amor filial, con doble final feliz: recupera a su hija y el Betis en semifinal. Saludos!

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    1. Hola, Mayte. Y todo eso sin ser futbolero, je, je, je. He tenido que bucear en Internet para no meter la pata en fechas y competiciones.
      Me alegra que mi trabajo haya merecido la pena. Un saludo.

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  5. pues no se que habría pasado si ese mismo dia que volvería a ver a su hija jugara el betis.... Buena historia.

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    1. Hola, Gustab. Yo espero sinceramente que haya aprendido la lección pues no creo que le den una cuarta oportunidad.
      Gracias por tu comentario. Un saludo.

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  6. Hay mucho que destacar en tu relato, Bruno. Al margen de la trama tan bien llevada y de los cuitas de tu protagonista que, tal como andan las cosas por estos mundos, podríamos ser cualquiera de nosotros… valoro como lectora en especial la naturalidad de tus personajes, los escucho hablar y moverse, saltan del papel o de la pantalla, en especial Pedro, el del vozarrón. No se hace necesario ponerlo en mayúscula cuando alza la voz (algo propio de escritores mediocres), sino que te ayudas de los exabruptos, de los dobles signos de exclamación, de lo que dice y de cómo lo dice, de su caracteres diferenciados tan bien retratados, en especial el de Pedro, sin el uso melindroso del buenismo, ese “rebajar” a pie de calle el lenguaje llano y directo de tus personajes, sin enjoyar la prosa innecesariamente. ¡con dos coj…! 😊 Esa es la naturalidad que nos brindas, Bruno.

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    1. Hola, Tara. Pues me alegra que pienses así de mi trabajo. Son muchas las vueltas que le he dado hasta obtener resultado deseado.
      Me gusta mucho trabajar los diálogos y con los de Pedro me lo he pasado en grande. Quería retratar al típico ogro de buen corazón y me pareció una idea genial lo de sus exabruptos.
      Muchas gracias por tus maravillosas palabras. Un abrazo enorme.

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  7. Siempre es un placer leerte, Bruno. Sea cual sea el reto, el saber hacer está presente en tu relato. Y esta vez también. Me gusta la historia que narras y admiro cómo la cuentas, con naturalidad y sin artificios.
    Un abrazo.

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    1. Pues muchas gracias, Carmen. Intento dar siempre lo mejor siendo incapaz de subir un relato hasta no estar satisfecho con él. Y aún así siempre detecto fallos, je, je, je.
      Un placer tenerte por aquí. Un abrazo.

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  8. Qué cosa tan tierna, tan bonita... Con esa sonrisa perdida, (toquecillo de humor), desde aquel triunfo del Betis volviendo a sus labios...
    La verdad es que hay ángeles sueltos por el mundo haciendo milagros, como tu Pedro, brutote sí, pero justo el que necesitaba Ernesto. Y qué bien lo narras todo...
    Me ha gustado mucho :)
    Un abrazo

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    1. Hola, Maite. No vamos a quedarnos siempre con los demonios, ¿verdad? Es muy necesario hablar también de los ángeles guardianes y ahí tenemos al bueno de Pedro, capaz de mandarte de una patada fuera del local si le fallas pero con un corazón tierno como pan recién hecho.
      Un placer tenerte por aquí. Un abrazo.

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  9. Hola Bruno, qué bueno volver a leerte! Creo que tu Pedro ha enamorado a más de un compañero/a. También a mí. Creo que es de él la historia de amor. Me ha encnatado. Un abrazo

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    1. Hola, Juana. A mí también me cae muy bien este Pedro del bar Paraíso, con sus exabruptos y su ternura oculta. Es cierto que el relato toca muchos amores que superan barreras pero estoy de acuerdo contigo en que la de este hombre, bruto y tierno a partes iguales, es realmente la protagonista de mi historia.
      Un abrazo enorme.

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  10. Me parecio que el tal Pedro es un tipo abusivo, aunque parece en el fondo es buena persona.

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    1. Hola, José. Pedro es alguien que no lo ha tenido fácil en la vida. Ha tenido que dejar de lado las buenas maneras para que no le tomen el pelo, defensor de lo suyo a ultranza. No son pocos los palos que la vida le ha dado y pirf eso siempre está a la defensiva. Pero eso no impide que el corazón hable cuando lo tiene que hacer y con Ernesto digamos que ha empezado a "humanizarse".
      Muchas gracias por tus palabras. Un saludo.

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  11. Hola Bruno , buenas tardes un relato muy duro por lo que tubo que vivir el pobre de Ernesto puesto que era un hombre de negocios , pero a un mal paso que dio , se refugio en la bebida , y acabo mendigando, y gracias a Pedro todo acabo bien , pero digo yo ¿Me puedes decir quién es Miguel? y que papel juega aquí , ya que si Ester es la mujer ,Malena es la hija Pedro es de dueño de bar y Ernesto es el mendigo ¿Quién es Miguel? te deseo mucha suerte en el resto , saludos de flor.

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    1. Hola, Flor. Pues Miguel es un fallo que solo tú te has dado cuenta, je, je, je. Ni yo con mis revisiones ni ningún otro compañero lo ha visto.¡Qué cosas! Lo modifico ahora mismo pues Miguel era el primer nombre que le puse a Ernesto.
      Muchas gracias por leerme con tanta atención. Un abrazo enorme.

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  12. Hola Bruno: Enhorabuena por el relato. Y me alegra la historia de amor que tienen padre e hija continue. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Ainhoa. El trabajo que me ha costado este relato ha merecido la pena, sin lugar a dudas
      Un abrazo.

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  13. Es como un renacer que se le brinda a tu personaje con esas tres oportunidades: La de los agentes, la de Pedro y la de su esposa.
    Se presiente ese final feliz que todos deseamos ya de antemano según avanzamos en el relato.
    está claro que los ángeles existen.
    Un abrazo, compañero.

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    1. Claro que sí, Francisco. No solo vamos a hablar de demonios. También los ángeles guardianes tienen cabida en nuestros relatos.
      Un abrazo enorme.

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  14. Hola Bruno, muy buena historia, me alegra realmente que haya tenido una nueva oportunidad, ojalá no la desaproveche y continúe haciendo buena letra.
    Saludos, PATRICIA F.

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    1. Hola, Patricia. Creo que después de todo lo sufrido (hay que pensar que la pandemia lo cogió en la calle, por si fuera poco), Ernesto resurgirá de sus cenizas como el ave fénix. Todo por reconquistar el corazón de su hija.
      Un abrazo.

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  15. Hola Bruno viene a contarte un secreto que muy pocos saben.
    Y es que al igual que tu se te colo un tal Miguel, a mi me pasó con un tal Ramón, ya que mi relato que publique, que también participó en el reto tintero de oro, se llamaba Román y Enriqueta.
    Pues al final casi de mi relato me pasó lo mismo que a ti.
    Y fue una amiga la que me aviso del echo, y lo arregle sin que nadie se diera cuenta.
    Yo a eso le llama " El ansía del personaje oculto" y esto se deve a que creo que es un reflejo de escritura, ya que es el primer nombre que pensamos para ponerle a un personaje, que por motivos de cambio decidimos poner otro nombre al personaje porque suena mejor.... Creo yo, yo al menos a si lo pienso.
    Pero esto te pasará muy a menudo, y si no ya lo verás.
    De todas formas mi pregunta te la formalice como mera curiosidad, espero no haberte ofendido.
    Te digo que me gustó mucho tu relato.
    Te deseo una feliz semana, saludos de flor.

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    1. Pues me gusta ese nombre de "el ansia del personaje oculto". Se me coló ese Miguel porque, como bien dices, es el primer nombre que le dí a mi personaje. Y por cierto, jamás me molestaré con comentarios como el tuyo, hechos desde el corazón y, en este caso, de la curiosidad.
      Por favor, sígueme avisando de estas cositas que hay que limar para conseguir un relato redondo.
      Un abrazo enorme.

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  16. Todos alabando a Pedro... Y la sargento fuentes ¿qué? Si no es por ella, nada se habria producido, y que un urbano te venga abuscar y te invite a un almuerzo, tiene mas merito que lo de Pedro.
    Ahora en serio, te felicito, por no hacer entrar a la niña en escena; ya queda para mañana, que seguro que lo hará bien.
    Me ha parecido muy audaz que un personaje explique una situacion con dialogo directo en vez de indirecto, aunque el indirecto resulte mas farragoso. de todos modos has salido bien del envite.
    Saludos y suerte, Bruno

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    1. Pues llevas toda la razón, Gabilante. Si no es por la sargento Fuentes no habría sido posible la "resurrección" de Ernesto. Y Malena mejor dejarla aparte que seguro que da para otro relato.
      Me alegra que te haya gustado mi uso de los diálogos. Hay que darles muchas vueltas pero si el resultado satisface pues es trabajo bien aprovechado.
      Un saludo.

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  17. Hola, Bruno. Los personajes están muy bien definidos y la historia es atrapante. Todavía hay gente que como la sargento o el cantinero "dan una mano" a alguien que lo necesita. Y el final feliz por partida doble. Un abrazo

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    1. Hola, Mirna. Pues sí, no solo vamos a hablar de demonios, ¿verdad?. Los ángeles guardianes también merecen su sitio, como ya he dicho en comentarios anteriores.
      Muchas gracias por pasar y comentar. Un abrazo.

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  18. Hola Bruno, una muy buena historia, con todos los ingredientes: drama, esperanza, redención, segundas oportunidades. Una historia que deja huella. Saludos y suerte en el concurso.

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    1. Muchas gracias, Ana. Tu comentario sí que ha dejado huella en el cuentacuentos que soy.
      Un abrazo enorme.

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  19. Hola Bruno. Nos traes un relato que ahonda en un problema muy de actualidad por desgracia, a lo largo de estos años hemos visto como las sucesivas crisis arruinan las esperanzas de muchas familias. Ernesto no ha sabido encajarlo y ha tirado por el camino más fácil, aunque no se puede negar que efectivo a corto plazo para alejar las preocupaciones, que finalmente le cuesta lo poco que le quedaba para agarrarse a la vida. Penetras en las emociones de los personajes hasta hacernoslas sentir como suyas, la desesperacion de Ernesto y su tesón por volver a levantarse, la frialdad contenida de los policías, el carácter brusco y espontáneo de Pedro, a Ester la veo un poco mandona, después de todo, vagabundo o no, Ernesto no deja de ser el padre de la niña y parece que la mujer la trata como a una propiedad... y la presencia de Malena a lo largo de todo el relato, presente pero sin ser vista. Todo un elenco de personalidades bien definidas que son reales como la vida misma. Al final, como el gallo bíblico que canta tres veces, Ernesto dispone de tres oportunidades para volver a vivir. Gran trabajo el tuyo, algo habitual por otro lado. Un abrazo.

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    1. Hola, Jorge. Como bien dices las crisis se llevan por delante a muchas personas, arruinando vidas, familias y sueños. La pandemia sufrida y la actual guerra en Ucrania precisamente no están ayudándonos, y nos vemos arrastrados por una constante subida de precios e hipotecas que a más de uno se llevará por delante.
      Ernesto ha encontrado la forma de salir del bache, gracias a la ayuda de unos ángeles de la guarda que por milagro, destino o casualidad se han cruzado en su camino. Espero que le vaya bien. Puede que Ester sea algo mandona, como apuntas, pero no sabemos (incluso yo tendría que investigarlo, je, je, je) los sufrimientos que su marido les dio a causa de la bebida. Sé que busca lo mejor para su hija, lo que puede que la lleve a ser más protectora de lo conveniente.
      Sin tu presencia por este pequeño rincón mi relato estaría incompleto.
      Un abrazo enorme y muchas gracias.

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  20. Pedro, un gruñón de corazón blando, sin obviar a la sargento que fue el trampolín para la buena fortuna de Ernesto. Un relato que nos vuelve la esperanza hacia los seres humanos.
    Un abrazo

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    1. Hola, Mujer de Negro. La sargento fue el trampolín de la redención de Ernesto, como bien apuntas, y el gruñón de Pedro (con tan buen corazón como el enanito de Blancanieves) quién le proporcionó un futuro. Espero que sepa aprovechar la oportunidad que le ofrece Ester.
      Un relato sobre el bien y la esperanza, que buena falta nos hace.
      Muchas gracias por tu comentario.

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  21. Hola, Bruno:
    Gracias por tu relato. A medida que me hago más viejo, me gustan más los finales felices.
    Un abrazo.

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    1. Pues nada, Nino. Me alegra haberte regalado un final feliz.
      Muchas gracias por pasarte y comentar. Un abrazo enorme.

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  22. Hola, Bruno. Y me sigo maravillando del torrente de imaginación que tiene este grupo literario. Mira que han salido historias diferentes de esta convocatoria. La tuya es de las emotivas. Me ha gustado mucho ese enfoque diferente y muy real.
    Suerte con el concurso. Un abrazo.

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    1. Muchas MJ. Me alegra que te haya gustado mi relato. En esta ocasión he tirado para lo realista, buscando a esos ángeles guardianes que habitan entre nosotros.
      Un abrazo y gracias por comentar.

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  23. Hola Bruno. Acá podemos apreciar 2 pasiones, el amor filial y el amor por el fútbol. Interesante contraste, porque muchas separaciones ocurren por pasiones a un deporte.. jajajaja. Me alegra mucho que Ernesto por fin pueda disfrutar sus 2 pasiones. Abrazos virtuales desde Venezuela.

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    1. Hola, Raquel. Te confieso que lo más difícil que se me planteó a la hora de escribir este relato fue la pasión por el fútbol pues no soy para nada amante del llamado deporte rey. Je, je, je. Pero bueno, creo que he resuelto bien el problema.
      Un abrazo enorme desde España.

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  24. Hola, Bruno. He disfrutado un montón con la lectura. Creo que es el relato más original de este mes si no te supera alguno de los nueve que me quedan por leer. Se ciñe a la perfección a las premisas del Tintero: historia de amor y dificultades. Lo has clavado. Tiene muchas cosas que se pueden destacar. El soporte en la Copa del Rey es magnífico y repitiéndolo al final, es la guinda del pastel. Pero me gusta cómo se aposta a la puerta del colegio dando lugar a equívocos por sus intenciones, el trato de los polis y la actuación de Pedro, un ángel que, como quien no quiere la cosa, propicia el arreglo. Te agradezco este regalazo de relato. Un abrazo.

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    1. Hola, Isan. Estoy muy contento con la acogida que está teniendo mi relato en la comunidad. Soy yo quien tiene que agradecerte tus palabras de apoyo pues me ayudarán a enfrentarme al próximo reto con fuerzas redobladas. Si bien el Betis y su participación en la Copa como punto de inflexión para la vida de Ernesto estaba en mi relato cadí desde el principio, retomarlo al final del relato fue una inspiración de última hora que me encantó por lo bien que encajaba. Veo que no estaba equivocado.
      Un abrazo enorme y muchas gracias por todo.

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  25. Hola, Bruno. Lo que más me ha gustado ha sido el tono, sin cargar las tintas asumiendo el protagonista la situación por él provocada. Una muestra tu historia de como la redención y las segundas oportunidades existen si se aprende de los errores pasados. Esperemos que este año no se clasifique el Betis o Ernesto la vuelve a liar parda. 😂😂
    Saludos y suerte.

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    1. Hola, JM. Yo creo, espero, que Ernesto haya aprendido, por mucho que sienta por el Betis. Y si no es así, que le concedan una cuarta oportunidad y que yo la vea (y escriba, je, je, je)
      Un saludo y muchas gracias.

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  26. Hola, Carles. No sé porqué no sale tu comentario en blogger y sí lo hace en mi correo electrónico. Bueno, al menos lo he visto.
    Como ya sabrás me encanta trabajar los diálogos. Es una forma muy buena de hacer avanzar la trama ayudando de camino en la descripción de los personajes. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo enorme.

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    1. Hola, Bruno. Te comento que a mí me ha pasado algo parecido (no sé el motivo) con algún compañero, Blogger lo tenía como spam. Cambiado el estatus y arreglado.
      Saludos

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    2. Es cierto, Bruno, a mí también me ha pasado como a Vanjav con algún comentario de los compañeros. He tenido que revisar la B.D. de los comentarios para validarlos y que aparezcan en el blog.

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  27. Hola, Bruno, el bueno y cascarrabias de Pedro reblandeciendo corazones y emociones. Vaya relato de personajes y de tramas, porque de estas hay bastantes y encajan todas con la precisión de un puzzle. Y todo llevado en presente, una forma verbal complicada para un relato tan corto donde el tiempo de cada trama se va dilatando. Es un trabajo técnico genial, como te han dicho, los personajes saltan de la pantalla y hablan con el lector. En cuanto al relato, bueno, no m acuerdo de esa semifinal de copa, pero creo que Ernesto se vino arriba con bien poco, que le gusta el drinking, vamos, y si quiere recuperar a su hija, que se deje de escusas, pero eso para la segunda parte😉.
    Genial relato, Bruno un fuerte abrazo y mucha suerte.

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    1. Hola, Pepe. Sé que me la jugué al usar el presente, un tiempo complejo para un relato corto, como bien apuntas, pero no puedo estar más satisfecho con el resultado. No soy nada futbolero, como ya he comentado en otras ocasiones, así que tuve que bucear en internet para dibujar el escenario donde Ernesto pierde definitivamente los papeles. Me pareció genial que alguien a quien tampoco le gusta el futbol lo usara como excusa para defender una juerga de alcohol. Lo que está claro, con fútbol o sin él, es que ha aprendido la lección.
      Un abrazo enorme. Gracias por tus palabras.

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  28. ¡Qué bonita historia, Bruno! Me encanta cómo la has narrado y me ha llamado mucho la atención la fuerte personalidad que has conseguido darle a Pedro. Sin duda, un hombre con muy mal genio, pero con un gran corazón. Me parece complicado crear un personaje así en tan pocas líneas y tú sin duda lo has conseguido. Enhorabuena y un abrazo!!

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    1. Hola, Cristina. Me alegra que pienses así. Pedro desde luego ha sido toda una revelación. Seguro que volverá de alguna forma en relatos futuros.
      Un abrazo.

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  29. Hola, Bruno. Me ha gustado mucho tu relato. Destaco los diálogos, con los que dibujas a los personajes con maestría. El final esperanzador le queda muy bien al texto. En cuanto a Pedro, mi tocayo, creo que se merece una historia. Seguro que algo le ha pasado antes de montar el bar, jejeje. Gran trabajo , como de costumbre.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Pedro. Me gustan mucho los diálogos y los trabajo siempre que la ocasión se presta. No sé, tendré alma de autor teatral o radiofónico, je, je, je. Seguro que veremos a tu tocayo en otras ocasiones.
      Un abrazo enorme.

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  30. Hola, hermoso relato escrito de una forma tan fluida y visual que provoca la sensación de estar alli sentados tomando un café mientras pasan todas esas cosas... me ha agradado mucho.. ¡Excelente!.. Saludos

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    1. Hola, Octavio. Me encanta haber provocado en ti esa reacción y que te hayas visto sentado en el bar Paraíso mientras el gruñón de Pedro te prepara uno de sus espectaculares desayunos.
      Un saludo.

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  31. Lo que más me ha llegado del relato es que el Betis llegara de nuevo a la copa del Rey, jajajajaja , es broma, Bruno , es que soy del Betis. Ahora en serio, muy buen relato de caída y ascenso, imposible no empatizar con el protagonista y también con el dueño del bar, que en unas pocas pinceladas describes maravillosamente ( creo que es el personaje que más me gusta de la historia). Una historia muy bien contada, nos metes de lleno en ella desde el principio. Encantada de leerte y viva el Betis!! Un abrazo.

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    1. Hola, Lola. Pues me alegro haberte llegado al corazón a través del Betis. Yo no soy futbolero, como ya he apuntado en alguna ocasión, pero me pareció una idea genial que alguien al que tampoco le gusta el fútbol lo usará de excusa para ocultar su problema.
      Pedro, desde luego, ha sido todo un descubrimiento. Seguro que lo veremos en otras ocasiones.
      Un abrazo enorme.

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  32. Una historia de una nueva oportunidad.
    Bien contado.

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