Ilustración de Tazab que acompañó la publicación de este relato
en el número 1 de la revista El silencio es miedo
–¿Es lo único que puede ofrecerme?
–Créame que lo siento.
Lo dijo sin una pizca de emoción, la
barbilla apoyada sobre los dedos entrelazados y una sonrisa de circunstancias
partiéndole el rostro en dos; la disculpa programada del profesional que no se
implica emocionalmente con su paciente y se limita a exponer el caso de manera
clara, escueta y, ante todo y sobre todos, fríamente objetiva.
–Hágase cargo de la situación. Hace
relativamente poco que terminó la guerra. Salimos vencedores, cierto, pero a un
alto precio.
»Los suministros que requiere la
intervención por la que está interesado son muy difíciles de conseguir, sólo
disponibles para muy pocos casos.
–Para muy pocos bolsillos, querrá decir.
–Si así es como lo prefiere… Sea como
sea, la cuestión es que le ofrezco una alternativa igualmente efectiva y que su
seguro sí cubre. No hay otra solución, debe comprenderlo.
–Es usted el que no lo comprende. ¿Sabe
lo cruel que podemos llegar a ser con los demás? Me llamarán Cyborg, Mediohombre,… Robocop. Yo
lo he hecho, antes, cuando era… normal.
»Ahora me arrepiento tanto…
El cirujano asistió impasible a la
tragedia mil veces expuesta con anterioridad –concretamente, en ochocientas
noventa y una ocasiones–, marcando el tiempo de silencio que estaba fijado
aguardar antes de concluir una situación que había pasado a calificarse de
tediosa. Tres, dos, uno,…
–Deberá perdonarme si soy brusco con
usted, pero no me ha dejado más remedio. He sido sincero y objetivo.
Comprensivo, debería añadir, y no hace más que hacerme perder el tiempo,
importunando así al resto de mis pacientes. Le expondré por última vez la
situación. La intervención de urgencia llevada a cabo sólo consiguió retrasar
lo inevitable; su pierna se encuentra en muy malas condiciones y es necesario
sustituirla por un implante artificial. Cuanto antes, mejor.
»Mírelo por el lado bueno –la
profesionalidad del cirujano tomó de nuevo las riendas–. Si lo que realmente le
preocupa es que lo tachen de diferente, le sugiero que tenga en cuenta el
actual estado de crisis en que nos encontramos, que además se prevé largo. Puede
creerme cuando le digo que cada vez serán más los que usen este tipo de
implantes. Debe saber que se han vuelto muy populares, por precio, eficacia y
facilidad de mantenimiento gracias a las actuales técnicas de clonación, cuyo
coste es, todo sea dicho, poco menos que insignificante. Los Cyborg, como usted los ha llamado, serán
mayoría tarde o temprano, y entonces no tendrá motivo del que avergonzarse.
–Pues menudo consuelo…
–Hagamos una cosa. Mientras completo su
informe, lea el folleto de nuestro proveedor, la Corporación AEDA.
Le aclarará muchas dudas.
«AEDA
pone a su disposición las mejores prótesis artificiales del mercado. Al
contrario que las ofertadas por la competencia, nuestros especímenes humanos
son criados en completa libertad, alimentándose de manera cien por cien natural
para obtener así un producto de calidad superior. Nuestros procesos de
reproducción asistida nos permiten cubrir ampliamente la demanda, y contamos
con las más avanzadas técnicas en el campo de la clonación humana que nos
permite asegurar la funcionalidad de su implante de por vida, pues el material
humano, como bien sabrá, es mucho más fácil y económico de reparar que nuestra
compleja naturaleza robótica.
Usted
sólo deberá preocuparse de elegir el color que más le satisfaga. ¿Negro
azabache? ¿Blanco ártico quizás? ¿O qué tal un elegante tono dorado? Tenemos un
completo catálogo de colores a su disposición y, si lo desea, podrá visitar una
de nuestras granjas de crianza; disfrutará de un día muy agradable en compañía
de los suyos. Haga su elección y nosotros nos encargaremos de encontrar el
material que mejor se adapte a sus necesidades.
Con
nuestros implantes humanos será el androide más elegante de la comunidad, y sin
coste alguno por su parte. Deje que seamos nosotros los que trate con su seguro
y olvídese del molesto papeleo; sólo disfrute de su nueva imagen.
AEDA, el ayer al servicio de hoy»
–Ahora dígame, Unidad Tractora…
MAN-25-31. ¿Ha tomado ya una decisión?
B.A., 2.014
Hola compañero
ResponderEliminarEncantado de leerte. Ya he podido comprobar que te gusta la Ciencia Ficción (el logo de tu perfil lo deja claro) y dar la vuelta a las historias, je, je. A mí también ! Por eso me gustan tus relatos. Ahora mismo acabo de terminar uno que, fíjate en la casualidad, pertenece a ese género y en el que utilizo la misma técnica. A ver que te parece, te invito a leerlo en mi blog
Un saludo amigo
Buenas noches...
ResponderEliminarUn placer recibirte en mi blog.
EliminarImpactante. No me lo esperaba para nada, ese giro de tuerca ha sido sorprendente.
ResponderEliminarMuy bueno
Un besillo.
La sorpresa es nuestra mejor arma, je, je, je. Me alegra que te haya cogido desprevenida.
EliminarUn abrazo, María.
Que bueno Bruno, me ha encantado. Es una vuelta de tuerca total y absoluta, con un impactante e interesante desenlace. Madre mía, como se han invertido las tornas, jejeje. Al final volverán a ser humanos, o casi. Es lo que está de moda... jejeje. Un abrazo! ; )
ResponderEliminar¿Llegará un momento en que nosotros seamos casi máquinas? Es una visión que da mucho que pensar.
EliminarSabía que te gustaría este pequeño relato apocalíptico (postapocalíptico, para nuestros protagonistas). Un fuerte abrazo, Ramón.